En nuestro entorno podemos encontrar una serie de sustancias nocivas para la salud. Tanto de origen vegetal como animal, generalmente se asocia la palabra “veneno” a intoxicación y patologías de sumo cuidado. Sin embargo, el mundo científico se ha encargado de demostrarnos que algunos venenos pueden ser muy beneficiosos para tratar enfermedades como artritis, disnea, diabetes, entre muchas otras.
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A continuación te mostramos una lista elaborada por Econoticias de solo algunas de los compuestos naturales, aparentemente nocivos, que se utilizan para tratar enfermedades:
ADORMIDERA
Más conocida como amapola blanca, esta planta se utiliza para la elaboración de drogas como la morfina, la codeína y otros opiáceos. Pero su otra utilización es en la repostería. ¿Quién no ha disfrutado una deliciosa torta con semillas de amapola? Esta semilla contiene un alto poder antioxidante y no contiene sustancias alucinógenas o sicotrópicas.
VENENO DE ARAÑAS
Algunos estudios indican que el miedo a las arañas está en nuestro ADN, y que muchos humanos temen más a esta criatura que a la muerte. Es verdad que muchas nos parecen asquerosas y temerarias, aunque en Chile la gran mayoría de los arácnidos son inofensivos. No obstante, a la hora de curar ciertas enfermedades, estos “octodúpedos” pueden ser grandes aliados.
El sustancia que inyecta la Latrodectus -o viuda negra- es muy útil para tratar enfermedades cardíacas. El veneno de la Araneus diadematus -araña de jardín europea- combate la artritis; mientras que el de muchas tarántulas es un potente cicatrizante.
ARSÉNICO
En dosis altas, el arsénico puede causar graves intoxicaciones. Incluso se ha descubierto que produce inclinación a ciertas adicciones -revisen el por qué el tabaco de cigarrillos industriales contienen arsénico-. Por otro lado, este elemento es vital para a vida humana y se encuentra en varios alimentos como el pescado, los mariscos y algunas carnes. Antiguamente se usaba el arsénico para tratar problemas de la voz, disnea, tos, entre otros. Su derivado, el trióxido de arsénico, se utiliza para combatir el cáncer y la psoriasis.
CARACOL CONO
Su picadura podría ser mortal y de efecto muy rápido. También es llamado “caracol cigarrillo”, pues el tiempo de efecto del veneno es igual al tiempo de consumo de un cigarro. El compuesto activo de su veneno, la conotoxina, en dosis muy pequeñas es un potente analgésico y es utilizado para tratamientos del dolor, como en enfermos de cáncer o con dolores crónicos.
DEDALERA
Esta bonita flor lila es de aspecto inofensivo, pero de consumirse directamente puede llegar a ser mortal, al provocar desórdenes a nivel celular y problemas al sistema circulatorio. Por otro lado, el tratamiento con su compuesto activo, la digitalina, ayuda a combatir edemas, arritmias, diabetes y estreñimiento.
HORMIGAS ROJAS
El veneno de este insecto contiene una sustancia llamada piperidina. La picadura no es mortal -a menos que seas alérgico- pero deja una herida dolorosa por muchos días, difícil de cicatrizar. La piperidina es utilizada para patologías cognitivas, como el tratamiento para el Alzheimer.
NUEZ VÓMICA
La estricnica está presente en este fruto y en otros de la misma especie. El consumo de más de 25 mg. en un adulto puede ser mortal, por causar asfixia y fallo respiratorio. En dosis muy bajas y controladas, se utiliza para estimular el sistema circulatorio. En la actualidad, el compuesto es una efectiva herramienta en algunos casos para realizar electroencéfalogramas (EEG).
RANAS
Estos anfibios pueden parecernos a veces muy tiernos. Pero hay algunos que secretan en su piel una sustancia llamada “histrionicotoxina“, compuesto utilizado para el tratamiento de enfermedades neuronales como miastenia grave o el Alzheimer.
YARARÁ o JARARACA
Este reptil oriundo de América del Sur (Argentina, Brasil y Paraguay) contiene un poderoso veneno. El compuesto que inyecta con sus colmillos, llamado captopril, es usado para tratar afecciones como la hipertensión, fallas cardíacas, y personas diabéticas con problemas renales.
CICUTA
Esta flor, que se hiciese famosa por ser consumida por Sócrates en su condena a muerte, contiene una sustancia llamada conicina. Su ingesta, como le ocurrió al filósofo, provoca mareos, fatiga, hipotermia y finalmente el deceso. Actualmente se utiliza la cicuta como anestésico local y analgésico; en los tiempos de Platón también la ocupaban para tratar enfermedades venéreas, tisis y rabia.
