#NoRainNoWash, la campaña brasileña para ahorrar agua

No Rain, No Wash es el nombre que se le ha dado a esta ingeniosa campaña, por parte de Africa, empresa de publicidad, para invitar a los usuarios a que no laven su carro mientras continúe la sequía.

La sequía que está enfrentado San Pablo, ha sido severa y ha durado ya varios meses, las condiciones críticas han hecho que la gente forme colas para poder abastecerse de agua, incluso muchos de los estudiantes se tienen que duchar en los colegios en lugar de su casa; y existen barrios como el de Itú, donde desde hace más de 30 días no reciben gota de agua.

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La empresa Aguas de Itú señala que está haciendo todo lo que está en su poder para reabastecer a la población con agua, pero esto no ha sucedido, por su lado los pobladores afirma que ya han sido años que el servicio de agua ha sido inconstante y que la gran sequía que están atravesando sólo ha sacado a flote este gran problema.

La situación se agrava día con día ya que Itú es una localidad cercana a San Pablo, quien sufrirá los efectos del desbasto de agua en muy poco tiempo, ya que sus represas se encuentran en los niveles más bajos de toda su historia, con tan solo el 3.2 % de su capacidad, y esta es una represa que abastece a 6 500 000 (millones) de habitantes.

“Es preocupante y también muy triste saber que los brasileños que viven en Sao Paulo, el estado más rico del país, están pasando por una crisis de falta de agua sin precedentes, porque estamos hablando de un problema alertado hace diez años” Dilma Rousseff, presidente del Brasil.

La campaña responde a todas esta situación de una forma muy buena, ya que en ella se exponen datos como cuanta agua toma lavar un automóvil, y aunque es marcadamente sexista, es pertinente que se vea desde la óptica brasileña y su muy particular percepción sobre estos asuntos.

Es de llamar la atención también que este problemas se han venido anunciando por parte empresas y oenegés en otras partes del mundo, en especial el caso de capitales latinoamericanas como Bogotá, Buenos Aires, Santiago y la Ciudad de México, quienes desafortunadamente no están lejos de este tipo de crisis.