El siglo XIX no fue un buen tiempo para el bisonte o búfalo americano, a principios del XX su población se había reducido a unos 50 ejemplares, víctima de la incesante cacería. Estos individuos encontraron un hogar en la reserva de Yellowstone y hoy hay cerca de 4.000 viviendo pacíficamente.
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Ahora que el panorama pinta mejor para los bisontes, los planes son reintroducirlos en su hábitat natural ya que algunos han sido reubicados con éxito en dos reservas de Montana y ahora los defensores de la vida silvestre en Estados Unidos desean que más bisontes regresen a su hogar en el oeste americano.
Según algunos estudios sería viable reintroducirlos en algunos terrenos públicos administrados por los estados de Colorado, Arizona, Nuevo México, Nebraska y Dakota del Sur. A pesar de que en teoría este plan suena bien, los bisontes podrían correr peligro si viven cerca del ganado común.
Una enfermedad llamada brucelosis, provoca muerte fetal en las vacas y es posible que haya sido transmitido a casi la mitad de los bisontes de Yellowstone. Ante esta situación, las medidas a tomar deben ser mucho más delicadas por lo que los administradores del parque han comenzado a poner en cuarentena a docenas de bisontes para evitar esta enfermedad.
Para su reubicación serán contemplados aquellos animales que no se hayan infectado con la enfermedad y se colocarán en estaciones de cuarentena en Wyoming, Montana e Idaho, entre sus fronteras o algunas propiedades de tribus nativas norteamericanas.
Existen otras preocupaciones acerca de la reubicación del bisonte, pues por lo general los animales tienen a pasar los límites de las líneas de propiedad y podrían competir con el ganado por forraje. Aunque no todo es malo, por la calidad de la raza tan pura con la que se ha conservado este animal, al reubicar las manadas de Yellowstone serían todo un éxito en este campo.