Muchos de nuestros lectores disfrutan de un buen vino añejado en roble, pero, ¿alguna vez se han preguntado qué pasa con esa madera cuando ya deja de almacenar el rico licor de uva? Generalmente es desechado, pero hay un grupo de personas que reciclan esta madera.
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Tinto se encarga de reciclar la madera de roble, para hacer revestimientos que de uso en arquitectura. Usando éste material como sustituto a la madera que se vende actualmente, se podrían evitar la tala de hasta 360 árboles al año sólo en Chile. Además de evitar la quema y contaminación que este residuo genera en su actual eliminación.
Las maderas que rescatan en Tinto, conserva los colores y textura que les dio el vino, aplicándolas en diversos espacios, combinando el diseño con la sustentabilidad.
Actualmente, en la producción del vino, se general al año 670 metros cúbicos de madera, los que no cuentan con una manera de eliminación formal. El trabajo que hacen en Tinto consiste en conseguir la madera desde las viñas, y llevarlas a sus talleres, donde los maestros trabajan los distintos productos. Trabajan de manera artesanal, en 3 talleres distintos de maestros para los distintos requerimientos del producto que se quiere.
Dos de sus talleres están en Quinta Normal, en Santiago, donde principalmente dan la terminación al producto. El tercer taller es con internos del centro penitenciario Colina II. Es con ellos donde los revestimientos evolucionan buscando nuevas alternativas, y la razón por la que están considerando abrir stock de productos hacia la mueblería.
Los productos ahora se comercializan a través de su página web, donde venden y gestionan la instalación. De esta manera en Tinto venden productos con estilo, poniendo en valor toda la historia por la que ha pasado esta madera, teniendo como resultado productos únicos y sostenibles.
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