Empresa australiana propone asesinar 1 millón de camellos para reducir cambio climático

El problema con los camellos en Australia comenzó con la colonización inglesa. Para recorrer el enorme desierto del país, los anglosajones importaron el primer camello en 1840 y luego llevaron especímenes provenientes de la India y Pakistán. Con la llegada del tren y vehículos motorizados los camellos fueron soltados y actualmente más de 1.2 millones de ejemplares recorren libremente el país.

Los problemas que traen son principalmente el uso de la escaza agua de los pueblos aborígenes. Un camello puede tomar hasta 200 litros de agua en unos pocos minutos, y se comen la poca agricultura, destruyen cercos, la flora endémica y protagonizan accidentes vehiculares constantemente. Los destrozos que producen se contabilizan en unos 10 millones de dólares al año.

Además, cada uno de ellos, a través de los “gases” que emiten, producen unos 45 kilos de gas metano, lo que corresponde a un tonelada de dióxido de carbono al año. La empresa que pretende llevar a cabo la matanza, Ninti One, asegura que eliminar a los dromedarios equivaldría a sacar de circulación a 300mil automóviles.

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Para eliminar a la población, la empresa ha puesto online el sitio web CamelScan, a través del cual los australianos pueden dar a conocer en tiempo real la ubicación de estos animales, para que la empresa les dispare desde helicópteros o los capture para convertirlos en carne de consumo.

Lo que da pena es que los camellos fueron puestos en tierras foráneas, obviamente en contra de su voluntad, se han logrado adaptar a esas condiciones de vida en un período de más de un siglo, y ahora se les ocurre asesinarlos.

¿Qué les parece esta iniciativa? Personalmente, preferiría que la medida fuera controlar su reproducción, o cercarlos a un territorio determinado. Pero asesinar más de un millón de camellos parece algo cruel.