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Australia y Brasil: Víctimas y victimarios del cambio climático

Australia sufre, al inicio del 2011, la peor inundación conocida de los últimos 50 años. Un diluvio apocalalíptico, produjo el desbordamiento del río Brisbane, afectando a dos millones de habitantes de la ciudad de Toowoomba. Hay más de un centenar de desaparecidos y miles de desplazados, que se movilizan apresuradamente buscando zonas más altas. Entre los desaparecidos hay familias enteras, y tanto la Cruz Roja como los equipos de rescate no han podido llegar a algunas de las áreas más devastadas en los alrededores de la ciudad de Toowoomba.

La ciudad enfrenta volúmenes de agua que superan los 8 metros de altura, en algunos sitios, que continúa bajando por el valle del río Lockyer en Queensland y arrastra todo lo que encuentra a su paso, como casas intactas que se ven bajar por la riada en las imágenes de televisión.

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Los sectores agrícola, minero y turístico son los que más sufren los daños provocados por esta catástrofe natural, que, según los cálculos de las autoridades, superarán los 5.000 millones de dólares.

Los meteorólogos creen que los aguaceros continuarán por varias semanas y que aún quedan meses de fuertes lluvias y tormentas por venir. También, se está intentando evaluar cuál será el impacto de las inundaciones cuando éstas lleguen al embalse de Wivenhoe. Cuando se llegue al límite de la capacidad de la presa, no será posible contener el agua que libere el río Brisbane, que pasa por el centro de la tercera mayor ciudad de Australia.

Según los científicos, el cambio climático probablemente intensificó las lluvias monzónicas que desataron inundaciones inéditas en el Estado australiano de Queensland. Las investigaciones estimaban que por ser las aguas frente a Australia las más cálidas que se hayan registrado, ellas entregan humedad a la atmósfera para el monzón de Queensland y el norte de Australia. Así mismo se afirma, que las lluvias son consecuencia de la versión más intensa que se haya visto de La Niña. Este fenómeno provoca una disminución de las temperaturas oceánicas en el este y centro del Pacífico, que suele llevar más lluvias sobre gran parte de Australia, Indonesia y otras partes del sudeste asiático.

En Brasil, el inicio del 2011, lo bautiza la furia climática que se abatió sobre el estado de Río de Janeiro, dejando hasta la fecha, alrededor de mil muertes por las inundaciones.

Según fuentes periodísticas, se presume que hay casas tapiadas a más de tres metros de profundidad, o aplastadas por rocas del tamaño de un auto. La tragedia, es definida como la peor en la historia de Brasil en este tipo de eventos naturales, arrasó con miles de casas en Teresópolis, Nova Friburgo y Petrópolis, también Sumideros y otras localidades ubicadas en la zona serrana del Estado. También afectó a los Estados vecinos como Minas Gerais y San Pablo. Siendo el de Río el más afectado.Los deslizamientos de tierras provocaron una enorme destrucción en barrios populosos como el de Teresópolis, Campo Grande, entre otros.

La base de datos internacional de desastres, un instituto de Bélgica especializado en catástrofes informó que los deslizamientos de tierra en Río han sido los décimos más graves del mundo.

El mundo es testigo y ve con desconcierto lo que hoy padece Australia y Brasil, convirtiéndose dichas naciones en las primeras víctimas del 2011 por el cambio climático.

Sin embargo, estos dos importantes países, un mes atrás, en la Cumbre de Cancún sobre el cambio climático, no se comprometieron a reducir sus emisiones de gases asociadas al efecto invernadero. Se plegaron, a la posición del Club de los países contaminantes. Sólo se limitaron a firmar, un acuerdo genérico que no especificaba un tope de emisiones globales y de asumir algún recorte, sería de manera voluntaria y no mayor a un 15% con respecto a los niveles de 1990, a pesar que en el acuerdo de Kioto, se especificaba que se requiere para el 2020, una reducción de al menos un 40%. Firmaron así, un acuerdo victimario para con el planeta, porque ese “desplante”, incrementara la temperatura a 3,5 grados, en la próxima década. Además, postergaron para diciembre del 2011, en la próxima Cumbre en Durban, Sudáfrica, la decisión sobre la continuidad o no del Protocolo de Kyoto, aún cuando el primer período de compromisos se debiera concluir en 2012.

Víctimas y victimarios, así iniciaron el nuevo año.

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