En Polonia el verano ya se fue hace rato y en algunas zonas, el Mar Báltico se ha congelado. Dos ciervos, que corrían escapando de una jauría de perros, llegaron hasta uno de esos lugares, pero antes que pudieran volver a la orilla, un deshielo separó en varios bloques lo que antes había sido su vía de escapatoria. Uno de ellos logró llegar a la orilla por sus propios medios, pero otro quedó varado y sin posibilidades de salvarse.
De no haber sido por bomberos del lugar, el ciervo no hubiese sobrevivido, debido a las frías temperaturas. Pero el rescate no fue tan fácil: Debieron aproximarse a él en un bote avanzando con mucha dificultad por los grandes pedazos de hielo flotante. Comenzó a caer la noche y eso dificultó aún más la labor de bomberos. Finalmente todo resultó bien y el ciervo volvió a tierra firme envuelto en una frazada que llevan los rescatistas con ellos. Luego de un pequeño proceso de recuperación, será devuelto a su hábitat natural.