David Lesur, director de formación de David Künzle, apuesta un año más por el cabello corto tipo swag, el bob o incluso el pixie, también a lo garçon con algo menos de riesgo, pero siempre ideal para rostros ovalados y rasgos finos, ya que otorga un toque muy juvenil a quienes opten por hacérselo.
PUBLICIDAD
Si no te atreves o tienes poca densidad capilar, lo mejor son las bases cuadradas a la altura de los hombros, con muchas capas y las puntas desfiladas. Vuelven también las ondas de todo tipo y los bucles wavy naturales. El flequillo se sigue imponiendo largo y despeinado, perfecto para quienes tienen la frente grande. Para looks más punteros y sofisticados, David Künzle apuesta por los buns, el wet look, las tan socorridas trenzas, las coletas desestructuradas y en color, el cream soda, el ronze, el rubio polar y las mechas shatush y balayage.
Buns, trenzas y wet look
El bun es un moño tipo bailarina que se puede hacer alto o bajo. David Lesur aconseja no apretarlo demasiado: “Es mejor dejarlo un poco suelto, como más salvaje y bohemio para no aparentar demasiado estricta o estirada”. Respecto al wet look, es un peinado fácil y rápido que da un toque chic y moderno, ideal para dominar cualquier remolino si se peina el conjunto del cabello ligeramente húmedo hacia atrás, utilizando una laca sin gas y mucho sérum de brillo: “Su efecto húmedo garantiza no pasar desapercibida, sobre todo si te maquillas los labios con una barra de color rojo intenso”. Sobre las trenzas, ya sean en forma de espiga, de lado, en corona, planas, abiertas o desechas, es un look imprescindible en época de fiestas, para las que no hay que dejar de lado los accesorios.
Largo hacia un lado y con ondas
“Un peinado muy sensual, que aporta glamour y puede combinarse con cualquier look a la hora de elegir ropa y maquillaje para un día señalado, desde los más informales en que tenemos cenas de empresa hasta la cena de Nochebuena o Nochevieja”. Para que quede espectacular y dure toda la fiesta, lo mejor es empezar peinando el cabello con secador y un cepillo de tamaño mediano, haciendo rulos, que luego repasamos con tenacilla de tamaño más grande, sin marcar mucho las ondas. Después, se acaba el peinado usando un peine normal con un poco de crema de brillo, hasta que el pelo coja una textura y forma lo más natural posible, dándole un toque personal con definiciones ayudándonos de los dedos”.
Recogidos altos cuidadosamente despeinados
“Transmiten personalidad y confianza en quién los luce esa noche, combinando a la perfección lo casual y lo chic, aunque sin duda triunfarán los peinados clásicos, naturales y con poco volumen, con los que verse radiante y espectacular, que además destacarán si lo acompañamos con un vestido sexy y llamativo. Otra apuesta segura son los peinados sencillos y lisos con raya en el medio y despejado detrás de las orejas. Volviendo a los recogidos más informales, quedan ideales deshechos con cepillo y dejando caer los mechones sueltos, aportando un toque de naturalidad y juventud a un look que de lo contrario parecería más serio y formal. Todavía se vería mejor si previamente trabajamos la coloración del cabello con suaves reflejos, siempre hechos con pincel, pues para las bases oscuras, como las de muchas españolas, conseguiríamos aportar toques de luz que realzarían la belleza natural”.
Melenas no muy largas
“Mejor con capas extensas y un ligero desfilado en la zona delantera y laterales, permitiendo conseguir así un suave movimiento. Este tipo de corte se adapta magníficamente a casi todo tipo de rostros y peinado con ondas, pues nunca pasan de moda y son ideales para lucir perfectas a cualquier hora y en cualquier evento. El peinado queda mejor si se trabaja con tenacillas más bien gordas, para marcarlas y al mismo tiempo crear volumen. Para darle un toque personal, pueden deshacerse un poco con los dedos”
Melenas largas cuidadas y trabajadas
“Por ejemplo, con suaves ondas y con raya al lado bien pegada al cuero cabelludo. Este corte de pelo suele tener una base recta, limpia y con capas largas que permiten conservar espesor en las puntas, con un desfilado delantero muy por debajo del mentón, capeando también los laterales, para que al peinar se obtenga un bonito movimiento. Es un corte ideal para todas las chicas que se niegan a que se les corte demasiado”.