La piel es la parte más extensa del cuerpo y refleja la calidad de tu nutrición y el estado de salud de las personas. Por lo mismo, necesita un suministro abundante de nutrientes para que las células de la capa externa se renueven continuamente. Tómalas en grageas o consume frutas, verduras, lácteos y carnes en tu dieta diaria.
Vitamina E
La vitamina E es un antioxidante. Eso significa que protege el tejido corporal del daño causado por los radicales libres, que pueden dañar células, tejidos y órganos. Se cree que juegan un papel en afecciones relacionadas con el envejecimiento. Refuerza el sistema inmunitario frente a virus y bacterias. Es necesaria más investigación para saber si la vitamina E puede prevenir el cáncer, la cardiopatía, la demencia, la enfermedad hepática y el accidente cerebrovascular.
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Vitamina A
Interviene en la prevención del acné, las manchas, la resequedad e incluso, puede prevenir el cáncer a la piel. Está presente en el aceite de pescado, el hígado, la yema de huevo, el tomate y pimentón.
Vitamina C
Mantiene la estructura corporal y contribuye a la cicatrización de heridas y artritis, disminuye los efectos del envejecimiento provocado por el sol, el humo y otros agentes químicos. Es esencial para la producción de colágeno. Se encuentra el frutas frescas como kiwi, fresas, guayaba, verduras de hojas verdes como perejil, cilantro y repollo.
Vitamina D
Es conocida como la vitamina del sol porque puede ser elaborada por la piel cuando te expones al sol sin protegerte con algún filtro. Está presente en los alimentos de origen animal, el pescado y hortalizas.
Zinc
Sin el zinc, el organismo es incapaz de reconstruir tejidos dañados o cicatrizar heridas, combatir infecciones o combatir el acné y otros daños a la piel. Se encuentra en las semillas de sésamo, levadura de cerveza, queso y huevos entre otros alimentos.