Moda y Belleza

Lifting líquido: El arte del rejuvenecimiento

Es el nuevo antiage sin cirugía que viene a revolucionar la cosmética. No requiere quirófano, es rápido, rejuvenece el rostro y mejora el estado de la piel. ¿Lo conoces?

Por Carolina Palma Fuentealba.

«En términos de envejecimiento vemos a personas jóvenes con líneas de expresión siendo menores de edad. Para que nos entendamos, hasta los 25 años se considera a una persona joven; desde los 28 años comienzan aparecer las primeras líneas de expresión en los ojos y otras manifestaciones de envejecimiento», nos explica el cirujano plástico Héctor Valdés, sin anestesia.

Es un hecho que el envejecimiento se acentúa de forma notable a partir de los 30 años, pero el especialista asegura que son consecuencias de un cambio interno. «Una persona está envejecida por fuera, y por dentro sucede lo mismo; hay una alternación del colágeno, se suelta la estructura interior. La piel es un reflejo de lo que sucede dentro, el envejecimiento es global, no sólo lo que vemos».

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¿Qué pasa con nuestra piel con el paso del tiempo? Vemos una pérdida de elasticidad, el colágeno es menor y de peor calidad, aquel que se rompe diariamente tarda más en reemplazarse, las células elásticas se van venciendo…, entonces comenzamos a ver que el busto cede, la piel del abdomen cede, la piel de las rodillas cede, la del párpado superior, de la ceja, sentimos que sobra piel…. No hay justicia.

Para entender todo este proceso debemos saber primero que una célula de piel en un bebé se recambia cada 5 días, es decir, cada 5 días vemos una piel nueva. Un adulto joven las cambia cada 25 días; a los 35 años, cada 30 días, y alrededor de los 65-70 años, cada 50. Así, no es extraño que el rostro tenga una apariencia «castigada», porque una misma capa de piel debe soportar el clima y el roce muchos más días que antes.

Para solucionar o mitigar estos problemas se inventó o descubrió –hace más de 60 años– el lifting, que implicaba levantar las zonas caídas del rostro, como las mejillas, el contorno de ojos o la mandíbula, y originalmente se pensó para mayores de 50 años. ¿Cómo se hace? Con una incisión en el contorno de la oreja, donde se levanta la piel, cirugía que ha tenido una gran evolución con técnicas nuevas, dando como resultado más perfección.

«La mujer ya se incorporó al trabajo, y quiere mantener su sensualidad, su estética en el tiempo, pero no puede estar dos semanas descansando por una cirugía facial, entonces comenzó una presión para buscar técnicas alternativas que demoraran menos tiempo la recuperación». Así nació el lifting líquido, mezcla de variados procedimientos inyectables que sólo requiere un anestésico en pomada –que se aplica minutos antes– y del cual Valdés es pionero en Chile.

«Han aparecido muchas técnicas con diferentes materiales de relleno; se usa ácido hialurónico, toxina botulínica, aminoácidos, hidroxiapatita (fosfato de calcio), todos productos de los laboratorios Filorga, Allergan y Merz. Lo bueno es que no necesitan intervención, y para la primera etapa del envejecimientos están muy indicados, y también para mantenerse después de una cirugía importante», explica el especialista.

Para deprimirnos un poco, entérate que en el rostro tenemos más de 40 músculos, los que no solo actúan levantando la piel, sino que también «tirándola» hacia abajo; se trata de los llamados depresores faciales. ¿Dónde están? En los ojos, que tensan hacia abajo el borde de los ojos; también en el contorno de la boca, depresores del labio causantes de esas bocas tristes, y en el contorno de la mandíbula. «El concepto del lifting líquido es reducir la acción de los músculos depresores del rostro, bloqueando su acción. Esto se hace con toxina botulínica, no sólo para quitar arrugas, sino para bloquear la acción de presionar hacia abajo la piel. Por supuesto también influyen los genes, que te hacen marcar diferentes arrugas», aclara Valdés.

Otro producto es la hidróxido patita de calcio, que «obliga» a los tejidos donde se aplica a generar más colágeno. «Cuando lo aplicas en un diseño geométrico diseñado previamente, al generar más colágeno da más sustentación. Si lo aplicas de arriba hacia abajo, haciendo una especie de malla, sujeta el rostro, lo contiene».

ESCALAS DE REJUVENECIMIENTO
A diferencia del lifting común, el lifting líquido se recomienda para mujeres sobre los 32 años, porque en esa etapa se dejaron de producir las hormonas de crecimiento. «El envejecimiento es extraño, muchas se ven mayores sin ninguna arruga, sólo por el color de la piel. Con este procedimiento se logra una piel más lozana, brillante, y ya en una primera fase se pone más mate y recupera ese brillo de la juventud. Esto se hace con vitaminas, más ácido hialurónico, e incluso la famosa técnica del plasma rico en hormonas de crecimiento», detalla.

El doctor Valdés nos explica que el rejuvenecimiento de los distintos procedimientos se mide o califica de la A y la G, un consenso que partió dentro de un grupo de especialistas en Europa. Esto porque a veces se prometen muchas cosas a los clientes, y así se puede esperar y exigir los resultados prometidos, ni más ni menos.

Con el lifting líquido lo que se logra es un rejuvenecimiento de grado C. La letra A, implica grandes rejuvenecimientos. Una persona con este tipo de intervención se ve en promedio 10 o más años más joven. «Estos cambios se consiguen con sofisticados tratamientos y ciertas cirugías», explica.

En el grupo B se rejuvenece entre 4 a 9 años. «Hoy pueden conseguirse en parte con la medicina estética, pero requieren diferentes grados de cirugía para lograrlo, como una pequeña lipoaspiración de papada, una retirada de bolsas en los ojos –que es imposible hacerlo por otros medios–, un adelgazamiento de las mejillas para quitar esa pesadez que engruesa el tercio inferior y hace perder el óvalo facial, y así otras cirugías pequeñas que dan estructura a este tipo de rejuvenecimientos», explica.

 

La tipo C rejuvenece un par de años sin la necesidad de pasar por el quirófano. «Existen en el mercado varios productos que, aplicados como corresponde, son capaces de producir discretos levantamientos de los tejidos consiguiendo una atenuación del envejecimiento,» destaca el especialista.

La clasificación D y E son rejuvenecimientos moderados conseguidos con otras técnicas de medicina estética no invasivas, y con apoyo de implementos como luz pulsada, diodo y radiofrecuencia, entre una gran variedad de sistemas que estimulan el colágeno. La letra F es lo que consigue la cosmiatría. Y la letra G la cosmética de uso semanal en gabinetes con especialistas, que mejoran la incorporación de principios activos en la piel aplicados de forma tópica pero potenciado con productos «carrier» o portadores de principios activos, como también la clásica Iontoforesis hoy día manejada de forma habitual tanto por esteticistas como cosmiatras.

Solo para aclarar, el lifting con cirugía corrige el exceso de piel en diferentes zonas, pero no arregla la calidad de piel. «Si la piel está delgada, manchada por el sol, eso no lo arregla el quirúrgico, requiere un tratamiento complementario, pero el lifting líquido es la combinación perfecta», confirma Héctor Valdés.

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