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Olvida los mitos: Siete alimentos satanizados y que sí aportan a nuestro organismo

Existen ciertos productos satanizados cuando hablamos de dieta, pero lo cierto es que en su medida, aportan a nuestro organismo. Entérate.

Por Carolina Palma Fuentealba

A veces nos cegamos cuando queremos bajar de peso o mantenernos sanas, e intentamos evitar a toda costa los alimentos «malos» que, supuestamente, nos llenarían de grasa. No exageremos, mejor aprendamos sobre sus propiedades reales, y quizás descubramos que están hechos para nuestras necesidades.

Para aclarar los mitos, contactamos al Centro Equilibrio (www.centroequilibrio.cl), cuyo objetivo es que las personas logren un estilo de vida más saludable y disfrutable. Para ellos, uno de los factores de mayor impacto en el sobrepeso y obesidad es lo que conceptualizamos como «comer emocionalmente», y es este vínculo el que debemos terminar. Muy cierto. «Pues bien, desligar las emociones de la comida es una de nuestras prioridades, y lo trabajamos precisamente a partir del equipo interdisciplinario. De esta forma, descentralizados del peso y centralizados en la resolución de los impulsos, nuestro sistema rompe con la idea que asocia adelgazar con privación y aislamiento para transformarla en libertad y apertura», explica Leticia Burgueño, directora médica de Equilibrio.

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¿Cómo lo hacen? Entre muchas opciones de tratamiento, incentivan los talleres grupales. «Dos veces por semana se realizan estos talleres con los pacientes, para que en un espacio de diálogo, y liderado por un sicólogo y un médico, puedan lograr sus objetivos. En estos encuentros comparten sus experiencias que van más allá de la comida. Es una parte fundamental de la metodología», agrega Burgueño.

Daiana Sánchez, nutricionista del centro, nos aclara algunas premisas.

 

1. El plátano engorda
«El plátano es una fruta que nos entrega una excelente combinación de energía, vitaminas y minerales. Se destaca por ser rico en potasio, calcio, magnesio, vitamina B6,C,E y ácido fólico. También posee carbohidratos saludables, fáciles de digerir y de bajo índice glicémico. Por otra parte, tiene un valor calórico importante, por lo tanto en una dieta hipocalórica, si se desea perder peso, su consumo debe ser restringido, y la recomendación es ½ unidad al día.

Debido a sus propiedades favorece muchas funciones de nuestro cuerpo: de la coagulación, formación de glóbulos rojos, contracción muscular, funcionamiento cardíaco. También es una fruta ideal para las personas que realizan actividad física», detalla Sánchez.

 

2. «No comas pan» dicen.
«Existen diferentes tipos de pan en el mercado, con diversas características: blanco, integral de diferentes semillas, con o sin manteca, etcétera. Pero todos tienen una semejanza, y es que contienen harina, por eso el pan no es un buen acompañante en una dieta para bajar de peso, dado su alto valor energético o calórico.
Sin embargo, es saludable incluir una porción diaria de pan, eligiendo pan integral para aumentar el contenido de fibra y disminuir el contenido calórico del mismo.

Depende del tipo de pan el equivalente a una porción: si es molde son 2 rebanadas, ya sea blanco o integral; hallulla, media unidad; marraqueta, ¼ de pan. El pan es buena fuente de carbohidrato, y vitaminas del complejo B, y además los panes integrales de granos enteros entregan un alto aporte en fibras», aclara la nutricionista.

 

3. Adiós sal
«La recomendación diaria según la OMS (Organización Mundial de la Salud) es de 2 g/día de sodio, lo que equivale a 5 g/día de sal; en medidas caseras esto equivale a una cucharadita de té. La retención de líquido se produce por diversos factores, como el calor excesivo, el cansancio, desórdenes hormonales, permanecer mucho tiempo de pie o sentados, enfermedades renales, obesidad, y por patologías asociadas, como la hipertensión, u otras patologías cardiovasculares. En estos casos se recomienda reducir el consumo de sal, para no generar mayor retención de líquidos y ayudar a retomar el equilibrio de agua en el organismo», recomienda la experta.

 

4. Adicción al azúcar
«El azúcar nos proporciona calorías vacías. Es decir, calorías sin ningún aporte nutritivo. Aumenta rápidamente nuestra glucosa sanguínea, aportando así a nuestros depósitos grasos. La evitamos totalmente en un plan de alimentación para adelgazar, donde recomendamos que sea reemplazada por endulzante. Fuera de esta situación, y como todo es una cuestión de equilibrio, una cucharadita en el té no es perjudicial para nuestra salud.

Lo importante es mantener el control sobre los productos de repostería y azúcares refinados, y lograr que su consumo sea de forma esporádica. Con respecto al chocolate, advertimos consumir Bitter o amargo, con 70% de cacao; este tipo de chocolate tiene el beneficio de tener menos aporte graso y mayores propiedades antioxidantes. Siempre con consumo moderado, sin cometer excesos», aconseja.

 

5. SÓlo un trocito de queso
«El queso aporta vitaminas A, D, B12 y B2, que protegen de las infecciones, cuidan la piel, mejoran la cicatrización y favorecen el buen funcionamiento del sistema nervioso y cardiovascular.

Contiene proteínas de buena calidad, al igual que las carnes rojas, que ayudan a formar, reparar y mantener los tejidos del cuerpo.

Es rico en calcio y fósforo, que ayudan a la formación y crecimiento de los huesos. Se recomienda consumir 30 gramos al día, en un régimen bajo en aporte calórico (una cuadrado del porte de una caja de fósforo pequeña).
Existe gran variedad de quesos con una gran diferencia en su tenor graso; estas grasas de origen animal, saturadas, hay que consumirlas con moderación. El más recomendado es el queso fresco, quesillo o queso de cabra, este último sobre todo para las personas que presentan alguna intolerancia a la leche de vaca», confirma Daiana.

 

6. Dejar la yema del huevo
«Las últimas evidencias indican que la yema de huevo tiene muy poco efecto en el aumento del colesterol plasmático, y que no están relacionadas con los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares en personas sanas. Su bajo costo y alto valor nutricional lo transforman en uno de los alimentos más completos de la naturaleza y hacen del huevo una valiosa alternativa en la dieta diaria.

La recomendación es consumir hasta 1 huevo al día en personas sanas con una dieta variada y un estilo de vida saludable. (En caso de alteraciones metabólicas, sigue el consejo de tu médico).

Aparte de proteínas y lípidos, el huevo posee nutrientes como carotenoides, que actúan favorablemente en la agudeza visual, posee hierro, fósforo y vitaminas como A, D, E y del complejo B, las cuales cumplen funciones de gran importancia en nuestro organismo».

 

7. Amor y odio con las pastas
«Las pastas, al igual que el pan, son un mal acompañante de la dieta por su contenido de harina, la cual produce almacenamiento graso en el área abdominal por su absorción y metabolización en el organismo. Es por esto que su consumo debe ser moderado, y si existen problemas de exceso de peso, mejor evitarlas durante la primera etapa de adelgazamiento.

Recomendamos optar por aquellas elaboradas con harina integral, dado que la presencia de fibra hará que los carbohidratos se absorban más lentamente y no eleven bruscamente nuestra glicemia sanguínea. También es una buena medida combinarlos con vegetales para aumentar el contenido en fibra.

En una alimentación balanceada, recomendamos su consumo una vez a la semana, una porción de ¾ taza de pasta cocida, en horario de almuerzo, no en la cena», afirma.

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