Moda y Belleza

Consigue un rostro nuevo: las técnicas para mejorar todo lo que no te gusta

La presencia de impurezas y puntos negros otorga un aspecto de piel abandonada. Por ello la eliminación de comendones e impurezas es un signo de cuidado y decoro personal.

 

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Imagen: Getty

 

Una limpieza profunda, un tratamiento regenerador, una ducha facial de oxígeno o un programa de luminosidad son algunas de las fórmulas para conseguir un rostro nuevo, impecable y fresco.

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«En tan sólo 24 horas, el rostro puede conseguir un aspecto aterciopelado, sereno, luminoso, lleno de vida», explica la prestigiosa esteticista Felicidad Carrera que antes de realizar los tratamientos examina la piel con minuciosidad y recomienda el programa más idóneo para cada tipo de epidermis.

 

LA LIMPIEZA, LO MÁS IMPORTANTE.

«La presencia de impurezas y puntos negros otorga un aspecto de piel abandonada. Por ello la eliminación de comendones e impurezas es un signo de cuidado y decoro personal. La higiene facial tradicional está últimamente entre los tratamientos más solicitados, por eso son muchas las mujeres y los hombres que la incluyen en su agenda mensual para no obviar las obligaciones con su piel. Siendo uno de los trabajos más básicos de la estética, es también uno de los más difíciles y delicados, puesto que si no lo realizan manos expertas, pueden ocasionar infecciones o manchas oscuras», explica Felicidad Carrera.

 

La limpieza profunda de la piel está indicada para todas las personas cuya piel ha adquirido un tono grisáceo y mate, tiene impurezas y está áspera al tacto. Este tratamiento consta de varios pasos.

 

1.- Primero se aplica un gel desmaquillante, seguido de una tonificación.

 

2.- A continuación se prepara la piel para facilitar la extracción de impurezas, evitando daños y rojeces. Resulta beneficiosa la aplicación de vapor, porque en contacto con la piel provoca una sudación, que facilita la eliminación de toxinas, así como la flexibilización de la capa córnea.

 

3.- Es imprescindible extraer los comendones y puntos negros. Los poros tienen que quedar libres de toda impureza.

 

4.- Se practica un masaje con un cóctel de aceites esenciales que tienen propiedades calmantes, antiinflamatorias, bactericidas y fungicidas.

 

5.- Para cerrar los poros, cicatrizar y acabar con el estrés de la piel, se extiende una máscara purificante a base de fangos, arcillas, caolín, extractos de algas rosas y aguas termales.

 

6.- Finalmente se retira la mascarilla con agua tibia, se tonifica la piel y se aplica un producto oxigenante.

 

TRATAMIENTOS DE VANGUARDIA. Una vez que la piel está limpia, es el momento de realizar tratamientos específicos. Para aquellas personas que busquen un tratamiento de luminosidad instantánea, Felicidad Carrera recomienda el programa «Lux-Premier», un ritual de belleza que combina la tecnología de vanguardia  con la cosmética más evolucionada del momento.

 

En este tratamiento se trabaja con el láser Diodo Lux 16  que posee propiedades tan beneficiosas como reestructurar la musculatura profunda y los tejidos superficiales por estímulo de los fibroblastos, además de favorecer se regeneración. Reduce el líquido que produce las bolsas de ojos y tonifica y ayuda a descongestionar la piel.

 

Para todas las personas que desea luchar contra el envejecimiento cutáneo o la hiperpigmentación, Felicidad Carrera explica que el programa «Led´s» es el más ideóneo.

 

«La luz infrarroja de este quipo aumenta hasta cinco veces la velocidad de reproducción de las células,  consiguiendo un efecto «lifting» natural casi inmediato», afirma la esteticista.

 

Está indicado para todo tipo de pieles y edades. Estimula la formación de colágeno y por tanto produce un efecto rejuvenecedor sobre los tejidos: reafirma el rostro, difumina las arrugas, mejora el tono de la piel y disminuye el tamaño de poro. Además reduce la producción de melanina que causa manchas faciales y es muy eficaz para eliminar las bolsas de los ojos.

 

El proceso de envejecimiento está asociado a un descenso de los niveles de oxígeno en las células de la piel, lo que ocasiona una división más lenta de las células y como resultado una piel seca y con arrugas.

 

La ducha de oxigeno facial a presión penetra en los canales intercelulares hasta las capas más profundas de la epidermis aumentando así el volumen de la biomatrix. El resultado es una piel más fine, firme y elástica.

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