Moda y Belleza

Mujer: ¿Dejarías de depilarte como protesta cultural?

Frida Kahlo no se depilaba por cumplir un patrón feminista, sino porque se gustaba tal como era.

Crecí con el dicho: “A mujeres barbudas de lejos se saluda” y el germen machista antipelos. Me depilé por primera vez cuando ni siquiera tenía vellos y desde entonces, me declaro culpable, adicta a esa exquisita piel suave y aunque no necesariamente lo haga para el disfrute y goce divino del hombre, cada mes me someto con lágrimas y exagerada fuerza de voluntad, a un tortuoso y completo tratamiento de cera. Otra víctima irrenunciable de esta “imposición” cultural.

Hace un tiempo, medios de todo el mundo contaban la historia de una atractiva periodista británica llamada Emer O’Tool, quien decidió definitivamente dejar de depilarse y permitir que su vellosidad creciera libremente de por vida, como parte de su lucha contra la “imposición” que “obliga” a las mujeres a quitarse los pelos del cuerpo.

La periodista se hizo conocida tras exponer su “experimento social” en un artículo del diario The Guardian, instancia en que llamó a las mujeres a no depilarse nunca más. Basándose que retirar el vello debe ser sólo una opción.

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Según lo relatado, su determinación en un principio incomodó a amigos y miembros de su familia, pero finalmente la aceptaron. ¿Valiente?

A mí parecer sí, sobre todo en una sociedad, donde los pelos provocan rechazo y el patrón de modelo sigue siendo una lampiña y “rusia” muñeca Barbie. Pero…

He sabido de muchos grupos feministas que consideran el depilado como propio de “mujeres florero” y sin capacidad de reflexión, donde incluso, leyendo diversos foros, aseguran que:  “la atención que prestas a tu aspecto físico es inversamente proporcional a tu nivel intelectual”. ¿Perdón? ¿De verdad estas mujeres piensan que intelecto y cuidar tu aspecto es inversamente proporcional con tu integridad mental?

Lo curioso es que muchas de estas mujeres siguen el patrón “no depilado” de una de las más admirables artistas lationamericanas, la intensa Frida Kahlo, quien decía que no quería depilarse ni el bigote, ni ninguna parte de su cuerpo por que se gustaba así. Sin embargo, apuesto que muy pocas feministas saben que ya casada con Diego Rivera, sí quiso depilarse ¿Qué tal? Y que fue el mismísimo muralista quien se disgustó muchisimo por que ya no la veía tal como era ella siempre. En respuesta de esta sorpresiva reacción de su amado HOMBRE, Frida nunca más se volvió a depilar. ¿Si eso no es complacer, díganme entonces qué es?

Respeto absolutamente la opción de no depilarse, reconozco que hacerlo en una primera instancia puede deberse a una respuesta imitativa de la imposición de un patrón cultural “inconscientemente” machista, y que dar la pelea, es parte de tu libertad de acción y confort personal. Pero pongo en duda que a estas alturas, la opción de depilarse o no, no pase por una decisión personal.

Porque pese a ser, en algunos casos, un método doloroso, hay quienes se depilan porque el resultado final de liviandad y suavidad, es más reconfortante; porque es higiénico y en términos sexuales se puede alcanzar un mayor disfrute, donde hombres en busca de este goce, también lo hacen.

Sin embargo, estoy en completo desacuerdo con las comparaciones expuestas por feministas y tampoco creo que todas las mujeres lo hagan por cumplir con un formato de mercantilización del cuerpo de la mujer, ni que lo hagan como una obligación para complacer a su macho alfa. Y pienso que el verdadero problema pasa por obsesionarse con este tipo de temas, imponer, ya sea lo uno o lo otro,  y no buscar tus propias satisfacciones.

Y para todos aquellos que piensan que soy feminista porque no concuerdo con algunas de las cicatrices y secuelas que ha dejado el represivo comportamiento del hombre en la historia y que aún se hacen latentes, le digo: estoy a centímetros de vellosidad y este tipo de obsesiones para poder serlo.

Y para aquellos que consideran que la iniciativa de esta periodista es digna de seguir, les dejo su video:

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