Sabemos que las relaciones no se basan en un “te amo” o un “quiero estar contigo para siempre”. Las relaciones reales implican mucho más que eso; conversaciones, discusiones, risas, momentos de tranquilidad, pasión, alegrías y dificultades.
PUBLICIDAD
La comunicación es clave. No sólo importa lo que digamos, sino que cómo lo hacemos; puede que muchas veces quieras transmitirle algo a tu pareja pero como no usas las palabras adecuadas, se producen mal entendidos, que además, se acrecientan si nos comunicamos por WhatsApp o Facebook, más que en persona.
Hay una palabra que puede convertir una relación sana, en una totalmente tóxica. ¿Se imaginan cuál es? “Deberías”. Cuando le dices a alguien que debería hacer algo, estás entrando en una dinámica de control, juicio y crítica.
La usamos muy seguido, no sólo con la pareja, sino que con los amigos o las personas cercanas. Lamentablemente, es el comienzo del círculo vicioso: algo te parece mal, arrojas indirectas, le dices al otro que “debería” hacer algo, imponiendo tu forma de pensar, ni siquiera de forma transparente.
“Deberías saber cómo me siento”. “Deberías prestar más atención a las señales que te doy”. Estas frases hacen que los diálogos sean más tóxicos, partiendo de la base de que nadie quiere que le digan lo que tiene que hacer, sobre todo si la recomendación viene de alguien que suele hacerlo constantemente.
Aunque no seamos consciente de ello, los “debería” suelen estar acompañados de pensamientos negativos. Lo decimos para llamar la atención al otro sobre cosas que nos molestan o con las que no estamos de acuerdo.
En vez de lograr que el otro nos escuche, el efecto que se produce es negativo; está la sensación de vergüenza por no cumplir con las expectativas que la persona que amamos tiene de nosotros. En vez de decirle a tu pareja que “debería escucharte”, dile que te gustaría que escuchara lo que tienes que decir. Sin ironías e indirectas que no conducen a nada concreto.