No todas las mujeres son infieles, pero, de acuerdo a un estudio realizado por Spector (sobre 1.600 parejas de gemelas) demuestra que la infidelidad femenina se encuentra bajo una considerable influencia genética y, por ello, es que este comportamiento persiste”.
Por otro lado, otro estudio, realizado en Suecia a 1.000 parejas heterosexuales, comprobó que la infidelidad en los hombres proviene de un gen que influye en el cerebro; quienes son proclives a la monogamia carecen de éste.
El estudio realizado por el Instituto sueco de Karolinska, en Estocolmo, concluyó que la culpa de la infidelidad de los hombres se debe al gen llamado alelo 334, que gestiona la vasopresina, una hormona que se reproduce naturalmente, por ejemplo, con los orgasmos.
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Según estos estudios, el futuro de las relaciones de pareja estaría en manos de la biología. No sé qué piensan ustedes, pero a mí me parece otra excusa más para la infidelidad.
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