La tarde del pasado 10 de septiembre, Iztapalapa, en la Ciudad de México, se vio sacudida por una tragedia. Una pipa de gas estalló cerca del Puente de la Concordia, provocando un incendio masivo que dejó un saldo devastador: al menos seis personas fallecidas, más de 90 heridas y decenas de vehículos afectados. En medio del caos, surgieron historias de coraje, solidaridad y sacrificio que conmovieron a todos. Entre ellas, destaca la de una mujer que se convirtió en un verdadero escudo humano para proteger a su nieta de tan solo dos años.
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Una abuela que arriesgó todo por su nieta
Alicia Matías Teodoro, de 49 años, estaba en su jornada laboral cuando la tragedia ocurrió. Consciente del peligro, no dudó ni un instante en cubrir a su nieta Azuleth con su cuerpo, protegiéndola de las llamas y la onda expansiva. Como consecuencia, Alicia sufrió quemaduras en más del 90% de su cuerpo y actualmente permanece en terapia intensiva. Su hija, entre lágrimas, imploró: “Por favor, hagan todo lo que esté en sus posibilidades para salvar a mi mamá. No le tocaba estar ahí… por favor, que la atiendan”.
La imagen de Alicia impacta profundamente: se le ve sosteniendo a su nieta en brazos, con quemaduras en gran parte de su cuerpo, mientras avanza entre el shock hasta hincarse y recibir ayuda.
El momento en que un policía la auxilia mientras protege a Azuleth se volvió viral en redes sociales, simbolizando la entrega incondicional y la fuerza que surge cuando alguien arriesga todo por quienes ama. Gracias a ese acto de coraje, la pequeña sobrevivió y ahora recibe atención médica, permaneciendo estable a pesar de las heridas en manos y rostro.
Heroísmo y solidaridad en medio de la tragedia
Más allá de la gravedad de sus heridas, la acción de Alicia demuestra el poder del amor de una abuela, capaz de arriesgar la propia vida para proteger a la familia. La historia ha servido para reflexionar sobre la importancia de la valentía, la empatía y la solidaridad en momentos de crisis.
En redes sociales también se ha viralizado un video de un motociclista que, sorteando el tráfico y a los transeúntes, se ofrece a trasladar a la menor hasta la clínica donde podía recibir atención.
En un país marcado por tragedias inesperadas, la valentía de Alicia y de muchos tantos que han salido a ayudar. nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, existen actos de bondad que iluminan y conmueven.
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El incidente desató una intensa movilización de cuerpos de emergencia: bomberos, ERUM y la Secretaría de Seguridad Ciudadana llegaron al lugar para controlar el fuego y rescatar a las víctimas. Mientras tanto, vecinos y transeúntes se unieron para ayudar, mostrando que en medio de la tragedia surgen actos de humanidad que inspiran.
La historia de Alicia ha generado un profundo impacto en la sociedad. Su hermana, Sandra, describió a la abuela como “una guerrera. Ella ama intensamente a sus hijas y a su nieta”. Los familiares también exigen justicia y que la empresa responsable de la pipa cubra los gastos médicos derivados del accidente, enfatizando la necesidad de responsabilidad y protección para quienes resultaron afectados.