En una rueda de prensa tras la eliminación de Mushuc Runa de la Copa Sudamericana, el entrenador Paúl Vélez expresó: “Nos ponen a pitar, y lo digo con respeto, al sexo opuesto (...) No es que esté en contra de las mujeres, pero para torneos internacionales no estoy de acuerdo. Es que para eso hay el fútbol de mujeres”.
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Estas palabras desataron una ola de reacciones, desde críticas hasta exigencias de disculpas, por poner en duda la capacidad de las mujeres para arbitrar al más alto nivel.

¿Y ahora qué?
Según el reglamento disciplinario de la CONMEBOL, cualquier ataque contra la dignidad de una persona por su género puede significar sanciones como multas económicas, suspensión o la prohibición de ejercer actividades relacionadas al fútbol.
Aunque aún no hay una decisión oficial, la expectativa es que se abra un expediente para evaluar sus declaraciones.
¿Respeto o prejuicio?
Frases como “no estoy en contra de las mujeres, pero…” pueden sonar cuidadosas, pero esconden un mensaje que insinúa inferioridad. El director deportivo Renato Salas también se involucró, comentando que “un árbitro (mujer), por más buena que sea, no ve lo mismo que un árbitro hombre”; luego, ofreció disculpas públicas reconociendo el progreso del fútbol femenino.
Voces firmes contra el machismo
Desde distintos frentes, las declaraciones provocaron reacciones fuertes. La periodista Gisella Buendía denunció que se trata de una excusa machista, cuestionando si el arbitraje fue malo por el hecho de ser mujer. Roberto Machado, de Matchdeportes, señaló que a estos comentarios aún “les falta madurez”, ya que las mujeres tienen la misma capacidad para arbitrar que los hombres.
Otros periodistas también compartieron su opinión al respecto. Andrea Morales, reportera de Direct Fútbol menciona que las declaraciones de Vélez son simplemente impresentables.
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Andrés Muños, periodista deportivo, considera lamentables las declaraciones de Salas y Vélez, las cuales, “aparte de reflejar mucho de nuestra herencia cultural, se fueron contra la árbitra sin fundamentos deportivos”. Y periodistas como Viviana Sánchez piden sanciones por parte de la CONMEBOL.
Historias que inspiran
Atrás quedaron los días en los que una mujer árbitra levantaba sospechas. En Europa, árbitras como Ainara Acevedo, Ylenia Sánchez o Marisa Villa rompieron récords, enfrentaron insultos machistas en estadios y aún así apostaron por su vocación.
En este caso, la protagonista del partido fue Edina Alves Batista, árbitra brasileña con una trayectoria impecable en el arbitraje internacional. Es conocida por su carácter firme y su lectura clara del juego.
Edina no es una novata en este terreno, ha dirigido encuentros en la Copa Mundial Femenina, Juegos Olímpicos y en competiciones masculinas de alto nivel como la Copa Libertadores.

Es esencial que quienes lideran en el deporte reflexionen, ya que el poder de sus expresiones puede legitimar estereotipos o, por el contrario, abrir puertas. Lo importante ahora es aprender, reconocer el error y apostar por la inclusión.
El silbato no tiene género
Hoy celebramos a las árbitras que empujan el cambio con calidad, justicia y corazón. Su presencia es un soplo de aire fresco en el campo, una chispa que motiva a niñas y mujeres de todas las edades a creer que el fútbol es para todas.

Así que mujeres árbitras, sigan escribiendo historia con su voz, su criterio y su pasión, porque el silbato, en realidad, no distingue género.