Anoche, en un evento que hizo vibrar el alma del país, la Vicepresidencia de la República presentó 30 becas técnicas en diseño de modas para jóvenes de comunidades indígenas, rurales y urbano-marginales. No se trató solo de becas, sino de oportunidades para tejer una nueva narrativa, una donde la identidad ancestral, el arte textil y la sostenibilidad marcan el rumbo del futuro.
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En el marco del evento “Esto es Ecuador – Desfile y Tradiciones”, realizado en el Museo Nacional con el apoyo del Ministerio de Cultura, Ministerio de Turismo y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se celebró el Día Mundial de los Pueblos Indígenas y el Día Nacional de la Cultura, un homenaje con sentido y propósito.

Educación que transforma, moda que empodera
“Hoy damos un paso concreto”, expresó la secretaria general de la Vicepresidencia, Carla Arellano. Y vaya que lo fue. Las 30 becas son parte de un plan piloto de educación intercultural bilingüe que comenzará con formación técnica en diseño de modas, en alianza con World Literacy Organization. Una apuesta por el talento joven, la preservación del patrimonio textil ancestral y la generación de empleo digno en sus propias comunidades.
Pero esto recién comienza. En una segunda etapa, el programa se ampliará hacia salud mental comunitaria y formación de personas cuidadoras, reforzando un enfoque integral de desarrollo con identidad.

El poder de la moda con raíces
“La educación intercultural bilingüe también está en el vestido que usamos”, dijo la vicepresidenta María José Pinto. Su discurso fue una invitación a mirar la moda como una plataforma para contar historias, preservar lenguas en riesgo de desaparecer y construir democracia intercultural desde lo cotidiano.
En la pasarela, el arte ancestral caminó con paso firme: diseñadores indígenas y estudiantes de moda presentaron colecciones que combinan sabiduría tradicional con prácticas sostenibles. Una celebración de la belleza, pero también una declaración de principios: nuestra cultura vive, evoluciona y puede marcar tendencia.

Tejer comunidad, cuidar el planeta
La representante del PNUD en Ecuador, Inka Mattila, recordó un dato poderoso: la industria de la moda genera más del 8% y 10% de las emisiones globales de efecto invernadero, por eso, hablar de moda sostenible no es una moda, es una necesidad urgente. Y Ecuador está demostrando que es posible diseñar un futuro donde vestir también signifique proteger, incluir y transformar.
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“Estas prendas preservan identidad, cuidan el planeta y generan futuro”, dijo. Y tenía razón. Cada hilo que vimos en esa pasarela cargaba con siglos de historia, pero también con la esperanza de una nueva generación que no renuncia a sus raíces.

Un puente entre generaciones y territorios
Desde el Ministerio de Cultura, Carla Freire, subsecretaria de Memoria Social, abrió las puertas del Museo Nacional no solo como sede del evento, sino como símbolo de un espacio que guarda, protege y renueva el legado de nuestros pueblos.
El desfile reunió a 27 emprendimientos y organizaciones que celebraron la diversidad cultural del Ecuador, demostrando que el patrimonio no es estático, es una fuerza viva, cambiante e inspiradora.

Donde la tradición se convierte en futuro
Estas 30 becas no son solo una oportunidad académica, son una herramienta de transformación, son el primer paso de muchas jóvenes para convertirse en diseñadoras que elevan su cultura a las pasarelas del mundo. Porque cuando se invierte en educación con identidad, lo que se teje no son solo prendas, son futuros dignos, sostenibles y llenos de orgullo.