La desaparición de mujeres en México sigue siendo alarmante y no debemos dejar de exigir justicia por todas

Debanhi Escobar desapareció la madrugada del 9 de abril tras acudir a una fiesta con dos amigas. Se quedó sola en medio de la carretera luego de que éstas se fueran y le enviaran un “contacto de confianza” para que la trasladara de regreso.

Pero Debanhi nunca llegó a casa. Ahora, una fotografía que presuntamente tomó el mismo chofer que la recogió y abandonó a orillas de la carretera a Nuevo Laredo, sigue siendo una de las pocas evidencias que se tiene de su paradero.

Tanto las amigas como el conductor ya fueron interrogados y liberados pero según el padre de Debanhi, las versiones han sido cambiantes. 

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También ha trascendido que las autoridades ya están analizando un video en el que se ve a la joven entrar a una empresa de transporte de la cual nunca salió.

Desde el primer momento, usuarios de redes sociales se movilizaron para difundir fotografías de Debanhi y exigir justicia. Sin embargo, la falta de información y de pronunciación por parte de las autoridades, además de las forma en la que se ha llevado el caso, ha provocado que muchos comiencen a creer que se trata de una cortina de humo.

El peligro que nos acecha todos los días es real y no podemos minimizar la crisis que estamos viviendo entre especulaciones y escepticismo.

La desaparición forzada de mujeres y los feminicidios en México sigue siendo alarmante

Mientras la búsqueda de Debanhi continúa, las fichas con fotogtrafías de mujeres desaparecidas siguen circulando.

Al menos 62 mujeres han sido reportadas como desaparecidas en Nuevo León en lo que va del año, cifras históricas en los últimos 10 años. Según reportes, 24 desaparecieron entre el 15 de marzo y el 15 de abril. Esto convierte a NL en la cuarta entidad del país con más desapariciones, detrás del Estado de México, Tamaulipas y Jalisco.

El 18 de abril fue encontrado el cuerpo de María Jessica Karina Ramírez Ruvalcaba, de 29 años, reportada como desaparecida el 13 del mismo mes. Según se informó, se encontraba en estado de descomposición, al interior de un terreno baldío de la calle Praxedis Giner, envuelta en una cobija.

El 7 de abril, Mariana Contreras, fue reportada como desaparecida el pasado 3 de abril de este año y su cuerpo fue localizado en un inmueble de Apodaca. El día de su desaparición, había avisado a su familia que estaba con un amigo y posterior a eso, perdieron contacto con ella.

El 8 de abril, en Querétaro, la pequeña Victoria de seis años de edad fue encontrada sin vida en el mismo fraccionamiento de su casa. La pequeña habría salido a la tienda cuando fue interceptada por un sujero. Cuando la encontraron, tenía señales de golpes y abuso sexual.

El 15 de abril una joven identificada como Daniela Solís, de 25 años, fue localizada sobre el bulevar Francisco Villa en Durango. Se encontraba dormida sobre el camellón, vestida con ropa de hombre. Para cuando despertó, estaba bajo los efectos del alcohol y drogas, además de tener golpes en el cuerpo y lucir completamente desorientada

Las noticias de desapariciones forzadas de mujeres y feminicidios en México abarcan los titulares del país todos los días y no debemos normalizarlo.

Resulta escalofriante pensar que las cifras de desaparecidas pueden ser más, entre las que no se reconocen y las que pasan desapercibidas.

El silencio y la nula acción de las autoridades, así como la revictimización de la sociedad abraca parte del problema porque alimenta la violencia a la que estamos sometidas.

La ausecia de todas duele y aunque no las conozcamos, se sienten cercanas porque sabemos que en un país fuera de control, nuestras amigas, hermanas, madres y nosotras mismas podemos ser una más.