Empoderamiento

¿Un candado o un instrumento de tortura? Desarrollan un dispositivo dental para perder peso

La boca solo se puede abrir unos dos milímetros una vez que lo ponen

candado para perder peso

Investigadores de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, y de Leeds, en el Reino Unido, inventaron DentalSilm Diet Control, un candado que se pone en los dientes para perder peso. 

Según detallan los desarrolladores, la boca solo se puede abrir unos dos milímetros una vez que lo ponen, la persona solo puede ingerir líquidos, dando como resultado la pérdida de peso. 

Sí, leíste bien, un candado en la boca que solo permite la ingesta de líquidos, dejando de lado cualquier tema de dieta balanceada, de ejercicio, de vida, de genética. Cerrar la boca para no comer. 

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En un mundo donde la gordofobia, donde los trastornos alimenticios son una realidad y donde millones de mujeres en el mundo luchamos día a día por reconciliarnos con nuestro cuerpo, este equipo de especialistas decidió crear un aparato que parece más de tortura que una forma sana de perder peso. 

Un candado para perder peso

Este texto no busca promover la obesidad y decir qué está bien y qué mal, lo que sorprende es que en esta época el ser delgado, que no es igual que sano, sea la meta y se dejen de lado otros factores como la salud integral de una persona. 

Este tipo de artefactos son la joya de la corona de la cultura de las dietas, el hacer lo que sea por estar delgado, aunque eso implique dejar de comer, ingerir solo líquidos y sobrevivir como se pueda. 

Un candado de este tipo reafirma que solo los cuerpos delgados, normativos y que vemos en las revistas son válidos, todas y todos los que salgamos de ese estándar no podemos ser felices, ni exitosos y tampoco amarnos, eso ya es muy atrevido. 

Dentro de la investigación de señalan que lo que los inspiró fue la epidemia mundial de obesidad que trae muchos problemas de salud asociados. 

Hasta aquí parece que “todo bien”, hay un problema, busquemos una solución. El punto a reflexionar es por qué como sociedad y como científicos no les preocupan las otras muertes, las atribuibles al tabaquismo o al alcohol o la violencia de género.

No defiendo a la obesidad y no estoy promoviendo que todos subamos de peso, solo me impresiona cómo las 7,69 millones de muertes atribuibles al tabaco o las 85 mil muertes relacionadas con el alcohol no sean un tema de conversación. 

Hay un estigma contra la gente gorda que lleva a extremos como pedirles que cierren la boca y solo tomen líquidos. 

Dentro de esta investigación, pusieron un dispositivo, incorporaron imanes de campo cerrado con cierres para restringir la apertura de la boca a los primeros molares de los participantes con el único objetivo de perder peso.

No es la descripción de un objetivo de tortura, es la forma en la que llevaremos a la gente gorda a su peso.

La investigación arrojó que “los participantes tenían problemas para pronunciar algunas palabras y se sentían tensos y avergonzados ‘solo ocasionalmente’”.

Ademas de sentirse incómodos y que la vida era menos satisfactoria con el dispositivo, los participantes se mostraron contentos por perder peso.

Sí, la investigación, y sus participantes, se sintieron contentos por perder tres kilos a costa de cerrar la boca y sentirse un poco avergonzados. 

Quizás, para muchas personas de cuerpos diversos, la vergüenza es parte del día a día, al igual que la invitación a dejar de comer para alcanzar un cuerpo perfecto. 

Como reflexión me gustaría que viviéramos en un mundo en el que de verdad importara la salud y poco la forma, en el que ser delgado no fuera la meta.

En una sociedad en la que entendamos que no todos los cuerpos son iguales, ya sea por alimentación, por genética o por decisión. 

Un mundo en el que no se señale por la forma del cuerpo, en donde se premie la salud corporal y mental, la buena alimentación y la diversidad.

Un mundo en el que cerrar la boca con un candado no sea la solución. 

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