El comandante de la Policía Nacional del Distrito Metropolitano de Quito, Fausto Salinas, aseguró que la conducta de malos ciudadanos en Quito sigue manteniéndose y creciendo.
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«Esto se da porque la gente se esta relajando, están buscando espacios de diversión como fiestas y reuniones. No entienden que el virus se propaga en las aglomeraciones», dijo.
Según Salinas, los operativos implementados constan de tres fases: información, educación y sanción.
Las multas por el incumplimiento a las restricciones como el toque de queda y las aglomeraciones de gente es de $100 la primera, un salario mínimo la reincidencia y por tercera vez la pena privativa de libertad.
Los controles para verificar el cumplimiento de restricciones por el incremento de contagios en la capital se mantendrán en todos los sectores, aunque se priorizarán las siete parroquias “críticas” de la ciudad: Chillogallo, Guamaní, La Magdalena, Centro Histórico, Belisario Quevedo, Cotocollao y Calderón.
«La mala conducta de ciertos ciudadanos en la capital sigue manteniéndose y aumentando. Salinas informó que hasta la fecha en la ciudad, 760 personas han sido sancionadas por libar en la vía pública, y otras 7 mil personas se les ha llamado la atención por incumplir con el distanciamiento social», explicó.
Según cifras del ECU911, del 9 al 26 de julio en Quito, las aglomeraciones aumentaron en un 98%; las fiestas clandestinas en un 117%; los escándalos en un 19%; los libadores en un 44%; y el irrespeto al toque de queda, 121%.
Los operativos evidencian que hay resistencia para cumplir con lo dispuesto por la autoridad en cierta parte de la población, según el comandante Fausto Salinas.