Un perro comenzó a ladrar alertando de que un cuerpo muy pequeñito flotaba en el río Guayas en medio de lechuguines. Se trataba de un feto.
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Así lo relata Marcelo Bravo, trabajador de la zona, mismo que halló el cuerpo del bebé.
Él menciona que el cadáver del pequeño estaba en descomposición y aún tenía el cordón umbilical.
«Estaba en las orillas, inflado. Siquiera mínimo dos días de arrojado a río», contó.
Ese mismo día, el personal de Criminalística trasladó al pequeño cadáver al Laboratorio de Ciencias Forenses.
“No tiene signos de violencia, lo que se presume es que el menor fue abandonado minutos después de haber nacido”, indicó Víctor Aráus, comandante zonal de la Policía.
Las autoridades investigan las circunstancias y los responsables del cuerpo del bebé que aún no ha sido reclamado.