Las mujeres no somos rivales
En redes sociales se ha visto mucho el ataque de mujeres a las famosas. Se busca avergonzar a las artistas por los defectos en sus cuerpos, por no cumplir con sus estereotipos de belleza, por no tener «clase o elegancia» o por envejecer.
Nadie tiene derecho, aunque expongas tu vida en redes, a hacerte sentir mal de quién eres. Como mujeres debemos parar este tipo de prácticas. Si tiene estrías, celebra que tiene un cuerpo para presumir; si subió de peso, no es necesario recalcarlo, esa persona lo sabe.
Nos han vuelto enemigas
El estereotipo de las mujeres como rivales se ha ido fortaleciendo conforme pasa el tiempo. El entretenimiento ha jugado con las enemistades femeninas bastante bien.
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Tanto así que la población se ha comprado que en nuestro código genético está escrito que seremos malas con nuestro propio género. Hemos replicado estos mensajes subliminales hasta convertirnos en parte de un sistema machista.
Pero no, no está en nuestra naturaleza. Somos víctimas del patriarcado, pero somos también responsables de cambiar la situación a las que nos han llevado por tantas generaciones.
Juntas somos más fuertes
Ya de por sí es muy complicado vivir en un mundo con tanta desigualdad como para continuar imitando estos comportamientos del entretenimiento. Ser mujer es vivir luchando por igualdad, por las mismas oportunidades, contra los estereotipos, y la inseguridad.
Mejor tenernos como aliadas. La sororidad encapsula estas ideas. No quiere decir que todas las mujeres siempre te caerán bien y no verás sus errores. Pero sí que las respetarás en todo momento.
Es entender que no tenemos que competir todo el tiempo entre nosotras, porque juntas somos invencibles. Juntas podremos conseguir los derechos que tanto tiempo han sido negados.
Es el tiempo para cambiar paradigmas y escribir nuestra propia historia.