Todos sabemos que pasar varias horas en el lugar de trabajo puede llegar a ser agotador, incluso si te encanta lo que haces hay momentos en lo que solo quisieras dejar todo e ir a casa, o por lo menos desahogarte con tu amiga de la oficina, aunque esto puede hacernos sentir culpables, la ciencia demuestra que esta práctica no solo es muy común, sino que también puede ayudarte a ser mejor trabajadora.
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Quejarte de tu trabajo no es tan malo
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Milbourne, las personas que expresan sus quejas o bromean sobre su trabajo tienen mejores relaciones con sus compañeros de trabajo y mejor humor que aquellos que no lo hacen, lo cual tiene un impacto positivo en su trabajo, ya que realizan sus actividades con menos estrés, se sienten más integrados a un equipo y rinden más.

Para llegar a esta conclusión, la investigadora Vanessa Pouthier encargada del estudio, observó a un grupo de profesionales de la salud en Estados Unidos y se registró su comportamiento por 12 años.

Así que ya sabes, no tienes que sentirte culpable por quejarte de vez en cuando de tu trabajo con tus compañeros mientras lo hagan de manera discreta y les ayude a liberar la presión del día a día.