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#Opinión: No le critiquen lo “loba” a Jenny Ambuila, critiquen su corrupción

¿Con ese dinero del Lamborghini se hubiera avanzado en el Túnel de la Línea, por ejemplo?

Por: Luz Lancheros @luxandlan*

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Ay, país este superficial. País donde nos hemos quedado en discusiones bizantinas en vez de ocuparnos de lo importante. Y esta vez, lo que preocupa a muchos es que una joven hija de un funcionario corrupto de la DIAN, Jenny Ambuila, tenga muchísimo «mal gusto» como para comprarse un Lamborghini rojo, miles de cosas de artículos de lujo y sea una «loba», tal y como le dijo Martín Santos, haciendo gala de todo su clasismo de niño bien bogotano. Y en Twitter esto al parecer es la preocupación de muchos incautos que están preocupados de que sigamos perpetuando la estética de «nuevo rico» (sí, de narco, de narco, de NARCO). Porque es mejor conservar las apariencias en un país donde todo se cae a pedazos.

https://twitter.com/MartinSantosR/status/1111975681292931075

Sí, es explicable que luego de lo que el narco hizo y sigue haciendo en nuestra cultura muchos critiquen una estética que aún impera en todo. Pero también es explicable que en Colombia existe un arribismo atroz donde se condenan esas expresiones de ostentación no por ser ilegales, sino porque chocan con ese estilo señorial que nos tiene atrasados por lo menos 60 años en expresiones estéticas. Por no ser como los niños bien sobrios bogotanos que visten «elegantes» con la casa hecha pedazos. Herencia maldita, sí, de la hidalguía española, donde desde entonces se procura aparentar verse bien así no se tenga un duro.

Y esa es la preocupación que nos ha jodido prácticamente desde que nos independizamos. Esa preocupación por la discusión bizantina, por no mirar dónde se está parado, por centrarse en lo superficial y no en lo importante. Acá lo que se le  debería condenar a Jenny – y por ende a su padre- es que ese dinero de impuestos que se hubiera podido usar para arreglar tantas cosas, ellos se lo mecatiaron en cositas. En cosotas, mejor. Sí, tal vez los políticos se lo hubieran podido robar de otra manera, pero ese es el punto: ¿por qué en vez de centrarnos en el «mal gusto» de una joven no estamos condenando lo que hacen muchos funcionarios como su padre? Porque Colombia: siempre preocupada por la forma, en vez del fondo, siempre preocupada por lo aparente, en vez de lo importante. ¿Dónde ha quedado lo de Odebrecht, por ejemplo? ¿Lo de tantos escándalos que han sido flores de un día? En el olvido, porque somos superficiales, cortoplacistas y nos preocupamos por «cómo nos veremos ante» que lo que tenemos dañado en nuestra propia casa.

Acá lo que se le  debería condenar a Jenny – y por ende a su padre- es que ese dinero de impuestos que se hubiera podido usar para arreglar tantas cosas, ellos se lo mecatiaron en cositas. En cosotas, mejor. 

Es por eso que aún en pleno siglo XXI no tenemos ni metro ni trenes, ni una infraestructura decente. Durante dos siglos, los idiotas que nos han gobernado se han peleado entre ellos por enormes estupideces: liberales vs. conservadores, iglesia vs. estado, quién de los criollos gobernará. Entonces, mientras nos desangramos por como 100 años en guerras civiles por tipos que a la postre resultan siendo iguales, en esa misma época, por ejemplo, Nueva York ya tenía su Puente de Brooklyn y Londres ya tenía su Gran Exposición, hecha por el príncipe Alberto y también construían un metro. Ajá, acá llevamos más de 100 años viendo cómo un alcalde tras otro pelea con el anterior y con quien sea por cuál metro será mejor. Y de infraestructura, de unir al país, de industrializarlo como se debía, nanay. Por eso es que  Colombia sigue siendo el mismo país, en muchos aspectos, de hace más de 100 años. Porque las discusiones sobre lo que debía pasar con ella nunca fueron importantes. Y ese abandono se lo tomó, como ya sabemos, la ilegalidad: guerrilla en el campo, narco en la ciudad.

Entonces, ¿por qué en vez de regodearnos de ser Carolinas Herreras wannabes al decirle «loba» a Jenny Ambuila, no nos preocupamos mejor por presionar a los de este gobierno y el anterior por no terminar La Línea, por dejar abandonada a tanta gente, porque aún tenemos tierras de nadie? Sería más provechoso, para variar.

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*Las opiniones de la columnista no son las mismas del portal*

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