Una de las artistas más importantes de México de todos los tiempos es María Félix. Con su belleza exótica y su personalidad desafiante, se convirtió en una de las figuras que más resonó en la Época de Oro del cine mexicano, protagonizando películas internacionales de directores tan famosos como el francés Jean Renoir y el español Luis Buñuel.
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Uno de sus grandes papeles y el cual definió su actitud pública de mujer dura y de carácter, fue el protagónico en Doña Bárbara en 1943, basada en la novela de Rómulo Gallegos.
Después vinieron otras célebres películas del cine mexicano y latinoamericano como La mujer sin alma (1943) y La devoradora (1946).
Otra de las películas con la que conquistó el cine fue La pasión desnuda (1952) y Una mujer cualquiera (1950).
Dos de los amores que marcaron la vida de María Félix fueron el cantautor Agustín Lara, con quien vivió un profundo amor que terminó por la sombra de los celos de Lara, quien compuso para ella numerosas canciones, entre ellas la célebre María bonita.
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Años después de su divorcio, se casó con el cantante de rancheras Jorge Negrete, referencia obligada en la música mexicana. Este amor terminó de forma trágica con la muerte del charro once meses después del matrimonio.