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El autor del tiroteo en las mezquitas de Nueva Zelanda quería “vengar” a una niña

El ataque en Nueva Zelanda dejó una decena de muertos

El horror invadió a Nueva Zelanda luego de que dos mezquitas en la ciudad de Christchurch fueran atacadas, dejando 49 muertos y 48 heridos. Uno de los atacantes transmitió en vivo el ataque en Facebook y Twitter, haciendo viral la masacre.

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Vestido con un traje negro y armado con fusiles automáticos, el sujeto aparece llegando con su coche a una de las mezquitas y disparando contra todo lo que se moviera. El ataque coincidió con la hora del rezo del viernes, el momento más importante para la religión musulmana. Se calcula que en una de las mezquitas había entre 300 y 500 personas, incluidos varios jugadores del equipo de criquet de Bangladés, que tenía previsto disputar un encuentro el sábado.

El atacante se identificó como Brenton Tarrant un hombre blanco común de 28 años originario de Australia. Tarrant habría escrito un manifiesto en su página de Facebook que hablaba sobre la deportación de todos los no europeos y la supremacía de los mismos. «Las tasas de natalidad deben cambiar», afirma refiriéndose a un movimiento llamado «Genocidio blanco».

El mismo Tarrant se describe en el manifiesto como un hombre nacido en Australia de padres escoceses, irlandeses e ingleses. Dice que apenas pasó las clases en la escuela, que no fue a la universidad y que trabaja como entrenador en un gimnasio local. También se autodenomina «eliminador de kebabs» (haciendo referencia a una comida popular en medio oriente). En la primera página del texto, que titula El gran reemplazo, pretende justificar la actuación como «venganza» contra la que entendía que habían sido «centenares de miles de muertes causadas por invasores extranjeros en Europa a lo largo de la historia».

El motor del ataque

El atacante lleva escritos en las armas numerosos nombres que parecen hacer referencia a luchas históricas contra los musulmanes.

«Para vengarse a Ebba Akerlund», escribe Tarrant. Ebba era una niña sueca de 12 años que fue asesinada durante un atentado en Estocolmo, cuando un camión arrolló a la multitud que transitaba en una de las principales calles peatonales conocida como Drottninggatan. Los hechos ocurrieron en abril del 2017; el ataque fue perpetrado por Rakhmat Akilov, un solicitante de asilo de Uzbekistán.

 

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Una publicación compartida por Sabina Linnea Häll (@sabinaahall) el 7 de Abr de 2018 a las 6:41 PDT

Tarrant se refiere a la niña de 12 años como el motor de su propio «ataque violento». La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, dijo: «Este es y será uno de los días más oscuros de Nueva Zelanda».

Mientras tanto, Jeannette Åkerlund, madre de Ebba condenó el ataque contra las dos mezquitas de Christchurch, alegando que su hija no podía inspirar a algo tan atroz ya que ella «repartía bondad y amor en su entorno, no odio».

«Soy un racista, creo que las diferencias raciales», exclama Brenton Tarrant en su manifiesto. También afirma sentir admiración por Donald Trump, presidente de los Estados Unidos no como líder político, sino como «renovador de la identidad blanca».

El manifiesto de Tarrant dice que se «inspiró» de otros extremistas de derecha, incluido el asesino racista noruego Anders Behring Breivik, quien asesinó a 77 personas en Noruega en 2011 motivado por su odio al multiculturalismo.

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