La felicidad que irradia Yalitza Aparicio con sus vestidos, es lo único que debería importar

En 2018 las mujeres mexicanas dieron mucho de qué hablar. Desde el triunfo de Vanessa Ponce como Miss Mundo, hasta la medalla de oro de la gimnasta olímpica, Alexa Moreno, las mexicanas nos recordaron que siempre se puede alcanzar la gloria. Pero sin duda, quien terminó por darle un giro inesperado al mundo del entretenimiento y la moda fue Yalitza Aparicio, protagonista de la cinta de Alfonso Cuarón, ‘Roma’.

Y es que sin intención alguna de convertirse en un ícono de empoderamiento, Yalitza está dando de qué hablar en todo el mundo con su forma de pensar, su carisma y su brillo. Su reciente éxito ha callado muchas bocas. Nadie pensaba que una mujer originaria de Oaxaca, sin preparación actoral o aspecto de estrella de Hollywood, se convertiría en portada de una de las revistas de moda más importantes del mundo y la historia.

La protagonista de ‘Roma’ tiene un estilo único y sensacional. Pero no se trata de destacar «su belleza indígena»  como si se tratase de un fenómeno de circo al contrario, Yalitza llegó para dignificar y normalizar su belleza y decirle a las mujeres que no tiene por qué existir un molde que diga quién es bella y quién no. Esto lo saben las marcas más importantes del mundo que se han encargado de vestirla en cada una de sus presentaciones en público.

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Aunque claro, hay quienes parecen no entenderlo. 

Los comentarios que ha recibido Yalitza Aparicio, en cada uno de los eventos que asiste no son más que racistas, clasistas y malintencionados y muestran lo peor de la propia sociedad mexicana.

En la reciente entrega de los Globos de Oro, la joven mexicana de 25 años dividió opiniones entre quienes odiaron y amaron el vestido que llevó. El conjunto plateado  que llevó pertenece a la línea MIu Miu, fundada por la casa italiana Prada. La protagonista de «Roma» completó su look con una tiara y zapatos con brillo. Pese a que desde el primer momento la oaxaqueña acaparó la mirada con el conjunto, usuarios de redes sociales lo calificaron de «mal gusto», «poco favorecedor» y «corriente».

Cuando de criticar se trata, todos somos expertos, nos sentimos con la última palabra y en posición de decir quién merece qué y quién no. ¡Qué gran error!

La cuestión aquí es, si Yalitza siempre se ve sonriente, expresa lo feliz y agradecida que se siente por estar en donde está ahora y con ganas de seguir creciendo, ¿por qué buscarle lo peor? ¿por qué empeñarse en ponerle el pie?  Ella no sólo se ve feliz, es feliz y ella misma lo ha demostrado con palabras y ademanes. Está viviendo un momento único que ni en sus sueños más locos imaginó.

¿Adivina qué? Si no te gusta ver lentejuelas en el vestido de otra mujer, no tienes que mirar. Si crees que el vestido corto que eligió para dar una entrevista no le favorece, es su problema, no tuyo; pero deja de criticarla. Si piensas que tiene mal gusto para maquillarse o peinarse, no insistas en hacerla sentir menos; si a ella le gusta, está más que bien. Vivimos en una sociedad en la que tenemos que apegarnos a las reglas de etiqueta o somos acribilladas por el escrutinio público.

Si Yalitza o cualquier mujer se siente lo suficientemente segura como para usar un bikini, un vestido corto, pantalones deportivos, un escote o prescindir del sostén, ¡que lo haga!

Si Yalitza o cualquier mujer se siente lo suficientemente segura, tiene todo el derecho de usar lo que quiera, como quiera.  No tiene por qué ser un fracaso sentirse bien consigo misma y con su cuerpo.

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