La portada de Vogue
Yalitza Aparicio enamoró a los mexicanos y al público internacional por su aparición en Vogue. La revista de moda siempre ha sido muy exclusiva y se destaca por respetar siempre un claro estereotipo en sus páginas.
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Casi siempre predominan las mujeres rubias y blancas en sus portadas. Asimismo, sus modelos continúan ésta misma línea. La aparición de Yalitza no solamente es un homenaje a su increíble actuación dentro del filme Roma.
También es una increíble apertura a este tipo de revistas. Es mostrar una belleza distinta, un tipo de mujer diferente al que nos han vendido por tantos años. Enaltecer a las mujeres indígenas, de tez morena y rasgos menos finos.
Basta de estereotipos
Normalmente, asociamos este tipo de belleza con la pobreza y la humildad. Sin embargo, esta revista mostró un lado distinto, y ya era hora. Un aplauso porque estamos en una época en donde se busca romper los estigmas sociales.
Basta de un tipo de belleza, basta de ser clasistas, y basta de tratar a las personas por cómo lucen. Muchos, influenciados por una educación racista y machista, no dudaron en atacar a la joven de 25 años.
Afortunadamente, esta misma revista mostró el lado más humanos de muchos otros. Con varios comentarios positivos, defensas, felicitaciones, y apreciación de su belleza los mexicanos mostraron su lado más increíble.
El mundo está cambiando, con lentitud, pero las nuevas generaciones están logrando una mayor apertura y eso es digno de aplaudirse. Muchos han comenzado a quejarse sobre el poco respeto a la cultura indígena dado que los vestuarios son marcas carísimas que retoman diseños mexicanos.
Aunque hay cierta verdad en dichas declaraciones, también es verdad que esta apertura es histórica y manda un mensaje escondido. Es dar voz e imagen a un extracto de mujeres que existe pero había sido invisibilizado.