Una mujer escocesa llamada Adrienne Sweeney falleció por un cáncer que se desató a consecuencia de abrazar todos los días a su esposo mientras este llevaba puesto su uniforme de trabajo.
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La justicia local determinó que la mujer fue expuesta de “manera negligente” al componente aminiato (asbesto) luego de pasar 40 años lavando y en contacto con las prendas de trabajo de su esposo. El señor Sweeney trabajaba como instalador en una fábrica de calderas.
Todos los días, el hombre abrazaba a su esposa al llegar del trabajo y toda la suciedad y resto del componente maligno se transmitían a su esposa por el contacto, desarrollando el cáncer por la exposición continua.
Autoridades obligaron a la fábrica a pagar una indemnización a los familiares de la pareja por el lamentable suceso.
Antes de perder la vida, Adrienne declaró a un abogado los hechos, incluyendo el historial del trabajo de su esposo ya fallecido, William, informó el portal Top News.
El juez encargado del caso determinó que la empresa debió tomar más medidas de seguridad para que el asbesto no afectara a William y a su esposa. Sentenció a la fábrica a aplicar mayores medidas de seguridad y limpieza con sus empleados actuales.