Las reacciones ante la agresión de los ecuatorianos confesos del homicidio de Margarita Ancacoy por parte de los reos del Penal Santiago Uno, fue tema obligado durante este jueves.
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De hecho, fueron varios los rostros que hicieron pública su opinión mostrándose a favor de la golpiza. Una de ellas fue la animadora del matinal «Bienvenidos», Tonka Tomicic, quien señaló en medio del programa que «aunque me traten de lo que sea, bien merecido (se lo tienen)».
«Ellos están confesos, la mataron a golpes, se fueron riendo. Perdón, le cagaron la vida a toda una familia, te fuiste riendo por una cartera y un teléfono celular… estos delincuentes, estos criminales, no importa si son chilenos o de cualquier parte, tienen solamente lesiones leves», dijo.
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Pero sus palabras generaron reacciones inmediatas en la diputada del Frente Amplio, Pamela Jiles, quien fue enfática en condenar la violencia ejercida en contra de los homicidas. «Me parece extremadamente peligroso que haya líderes de opinión que avalen públicamente la tortura, lo que es inhumano e ilegal», dijo.
«Espero que esas personas irresponsables que trasmiten doctrinas de odio por los medios de comunicación y las redes sociales, sean sancionadas«, agregó.
Sin embargo, sus dichos no aludían solamente a la animadora del «Bienvenidos», sino que también iban en contra del arquero del Manchester City, Claudio Bravo, quien a través de su cuenta de Twitter publicó un mensaje en contra de los involucrados.
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Matas a patadas,palos y luego te cagas de la risa. Avísenme a qué hora hay que ir a dejarle unas galletitas y un café a estos individuos. ??????????????
No victimicemos mas a los delincuentes. No más protección para ellos ?????? #Justicia ??— Claudio Bravo Muñoz (@C1audioBravo) 21 de junio de 2018
Pamela Jiles, además, aclaró que «condeno la tortura cualquiera haya sido el delito cometido por una persona».
«Por supuesto, es atroz el crimen de que se les acusa. Haber matado a palos a una modesta trabajadora, en grupo y en la ventaja de cinco hombres contra una mujer indefensa, es indignante y a uno le dan ganas de volverse salvaje», explicó.
