Viajar y realizar deportes de riesgo como la escalada, así es como Magdalena Czarnecka y Michael Wangrat de Polonia decidieron celebrar su luna de miel.
Pero, no todo ha sido felicidad. Pues, el pasado 20 de mayo, la joven de 29 años, se cayó desde una altura algo superior a los 300 metros cuando estaba explorando la Reserva y Parque Nacional de Denali, en Alaska.
La joven sufrió dos fracturas en las cervicales y tres dientes rotos.
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Su esposo no se encontraba bien y no la pudo acompañar por lo que decidió ir a la excursión con su primo Marek Paleski.
Su primo, Paleski, resbaló y ambos cayeron montaña abajo a través de una hendidura del Glaciar de Peters, donde permanecieron una noche hasta que Paleski logró volver al campo base para pedir ayuda y Magdalena fue trasladada en avión a un hospital local de Alaska, informó ‘Fox News’.
«Se supone que iba a ser el viaje de nuestras vidas y sin embargo estamos en el hospital y va a convertirse en la deuda de nuestras vidas», contó el esposo de Madgalena, Michael, al diario de Alaska ‘Anchorage Daily News’.
Michael ha catalogado el suceso como un «milagro», ya que su mujer está viva para contarlo y todo ha quedado en un susto y una larga rehabilitación que ella tendrá que realizar para recuperarse.
Magdalena y su primo solo estaban unidos por una cuerda de seguridad durante su ascenso, según informaba el Servicio de Parque Nacional, ni siquiera portaban picos de aluminio para asegurar su sujeción.
«Tal vez nos sentimos demasiado seguros y demasiado fuertes», confesó la accidentada novia al diario ‘ADN’.
El matrimonio ha ido narrando a través de Facebook la evolución de Magdalena. La joven ha perdido el 70% del movimiento de su cuello para siempre y se recupera en un hospital de Alaska en el que le han dejado una silla de ruedas para salir al exterior.
«Se siente fuerte. A veces salimos a dar un paseo. Esperamos regresar a casa pronto para continuar con el tratamiento y la rehabilitación», cuentan en una de sus últimas publicaciones.