La justicia obliga a todos los países de la Unión Europea a reconocer el matrimonio gay

Un hecho judicial siembra un nuevo precedente en Europa. Desde este 5 de junio todos los países que integran la Unión Europea deben reconocer los derechos del matrimonio gay, aunque este no sea legal en su territorio.

El Tribunal de Justicia de Luxemburgo (TJUE) ha determinado hoy que los países donde no esté permitido el matrimonio gay, debe reconocer y respetar una unión entre personas del mismo que se haya celebrado en una nación hermana de la Unión Europea.

Todo nace del caso de un ciudadano rumano que contrajo matrimonio en el año 2010 con un estadounidense en Bruselas. En el 2012 ambos se mudaron a Rumanía y el norteamericano solicitó los documentos para poder hacer vida legal por estar casado con un rumano, pero estos fueron negados con el argumento de que Rumanía no reconoce los matrimonios gay, desatando una trama judicial que ha llegado a su fin teniendo como perdedor al estado rumano.

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«Aunque los Estados miembros tienen libertad para autorizar o no el matrimonio homosexual, no pueden obstaculizar la libertad de residencia de un ciudadano de la Unión denegando a su cónyuge del mismo sexo la concesión un derecho de residencia derivado en su territorio», determina el fallo judicial.

Además argumentan que «es neutro desde el punto de vista del género, por lo que puede incluir al cónyuge del mismo sexo».

De todos los países miembros de la Unión Europea solo 13 reconocen y celebran el matrimonio gay, España, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Holanda, Portugal, Suecia y Reino Unido, exceptuando Irlanda del Norte. A partir del año 2019 Austria se sumará a esta lista.

Sin embargo, países como Bulgaria, Croacia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia y Eslovaquia aún mantienen la prohibición constitucional, reconociendo como matrimonio solo la unión entre un hombre y una mujer.

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