Mucho se habla sobre India como un país que «está acostumbrado» a que la mujer sea vista como un objeto. Actualmente posee un alto índice de agresiones sexuales perpetradas a menores que se quedan sin importancia.
El caso más reciente involucra a ocho hindúes acusados de violar y matar a una niña musulmana de 8 años de edad. El cuerpo golpeado de la menor fue encontrado en un bosque, el pasado mes de enero, una semana después de desaparecer mientras cuidaba a los caballos de la familia.
Los hombres se declararon inocentes pues según manifestaron, su intención era mandar un mensaje a una comunidad a la que pertenecía la niña.
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En la primera sesión, celebrada entre fuertes medidas de protección a la familia de la víctima ante un juzgado de la localidad de Kathua, donde ocurrieron los hechos, los acusados se declararon no culpables, informó a Efe el inspector de la Policía local Anil Kr. Sharma.
Ser mujer no tiene que ser una condena y las soluciones parecen ser una burla.