No se quedaron calladas y exigen respeto. Más de 50 periodistas brasileñas que se dedican a cubrir las noticias de los medios de comunicación deportivos unieron sus voces para salir a la calle y luchar contra el “machismo” y la “discriminación” que sufren en sus puestos de trabajo.
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“Somos mujeres y somos profesionales. Sólo queremos trabajar en paz. El deporte también es nuestro lugar. Queremos respeto”, manifestaban las mujeres en un vídeo que ya se ha convertido en viral y todo un suceso en las as distintas redes sociales.
Las profesionales discriminadas también iniciaron la campaña #Deoxaelatrabalhar (‘Déjala trabajar’) lo que ha conseguido movilizar las redes sociales más allá de sus fronteras. Millones de personas en todo el planeta han hecho eco del mensaje de las féminas brasileñas, apoyándolas y enviándoles mensajes de solidaridad.
Las profesionales han denunciado en reiteradas oportunidades han soportado en los eventos deportivos que las manoseen, insulten o incluso besen durante sus conexiones en vivo y directo.
El material audiovisual que se ha hecho viral arranca con las imágenes de la reportera del canal Esporte Interativo, Bruna Dealtry, interrumpida en directo por un hincha sin camiseta, que se abalanza a besarla a la fuerza mientras cubría las celebraciones de la hinchada del Vasco hace dos semanas.
«Somos mujeres y profesionales», dice otra. «Solo queremos trabajar en paz», añade una reportera en este video de un minuto que el martes ya alcanzaba las 800.000 reproducciones en Twitter.
“El lugar de la mujer es donde ella quiera, en el estadio, en la oficina, en la calle, aquí, allí”, afirmó el tradicional Cruzeiro, de Belo Horizonte, en Twitter. “Solo quieren que ese derecho sea respetado. Sin acoso”, añadió.
“Nuestro total apoyo. Estamos juntos en esto”, expresó también el Vasco da Gama, de Rio de Janeiro.
Dealtry, jugadora de élite de voley playa antes de comenzar a trabajar como reportera de televisión, publicó hace dos semanas el video del beso forzado en su página de Facebook, donde ya alcanzó 1,5 millones de visitas. “Un beso en la boca, sin mi permiso, mientras ejercía mi profesión (…) Hoy sentí en carne propia la sensación de impotencia que muchas mujeres sienten en estadios, metros o incluso andando por las calles”, escribió entonces.