Una mujer de 35 años murió 12 horas después de haberle practicado una cesárea, misma que provocó cortes en el rostro del bebé. La familia de la fallecida ha denunciado los hechos ante el juzgado de guardia contra el Hospital Comarcal de Melilla por homicidio por imprudencia y mala praxis. Además, habrían solicitado una autopsia independiente para conocer los motivos de la muerte de la mujer, la cual ya tenía otro hijo.
El marido de la fallecida relató que su esposa comenzó a sentir dolores la noche del sábado, por lo que decidieron acudir al hospital. Al llegar a la zona de parto, los médicos decidieron practicarle una cesárea. Media hora después el marido recibió la noticia de que ya se le había practicado la cesárea y que, en la intervención, el bebé había sufrido un corte en la zona cercana a los ojos. También le explicaron que su esposa comenzó a perder mucha sangre, por lo que consideraron necesario retirarle el útero.
La familia duda de la autopsia realizada en el hospital porque según aseguran, desde el domingo les permitieron llevarse el cuerpo para el entierro porque «ya se le habían realizado todas las pruebas», pero horas más tarde volvieron a reclamarlo desde el hospital para hacer una nueva autopsia, por lo que, acompañado por los enterradores, lo regresaron.
El bebé permanece ingresado en el centro hospitalario, donde especialistas han comprobado su estado de salud y que el corte en la cara producido con un bisturí, bajo el ojo izquierdo, no le haya producido otros daños. Asimismo, se investigó a los médicos que participaron en la operación y se declaró que todos «cumplen con todos los requisitos legales para ejercer la especialidad en España», donde ocurrieron los hechos.