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A una semana del tiroteo ocurrido en una escuela de Parkland, Florida, la policía arrestó a un estudiante de octavo grado de la Foley Middle School por «hacer una amenaza terrorista» después de que él hiciera comentarios sobre «disparar a la escuela antes de finalizar el año escolar».
Los hechos ocurrieron en Foley, en el estado de Alabama, Estados Unidos y a pesar del historial de masacres que tiene la nación norteamericana y la más reciente en Florida, las autoridades escolares dijeron que nunca consideraron que se tratase de un peligro inminente para la escuela ya que el estudiante de 14 años solo había hecho amenazas verbales.
Marcha #NeverAgain (nunca otra vez)
La mañana de hoy, cientos de estudiantes salieron de los salones de clases para marchar por varias escuelas como protesta por las 17 víctimas del tiroteo en Florida, así como para exigir al presidente Donald Trump que trate a profundidad el tema de control de armas y salud mental en el país.
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En cuestión de días, los jóvenes en Estados Unidos, incluyendo los sobrevivientes del ataque, han acaparado la antención, encabezando mítines, redactando artículos de opinión y cubriendo la cobertura de noticias por cable durante el fin de semana del Día del Presidente con sus llamados a la acción.
Existe una gran negación en cuanto al control de armas puesto que una gran parte de la sociedad las cree necesarias, al alcance de todos. No se puede negar que las armas son algo peligroso y que muchos hacen ese «privilegio» algo enfermizo. Cada vez es más frecuente ver imágenes de niños aterrorizados evacuando la escuela con las manos sobre la cabeza porque un loco entra como si nada a las instalaciones a disparar sin piedad. ¿El problema? Que siguen justificando y «perdonando» los ataques con «problemas de salud mental».
