«Una mujer debe de tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción», la frase perfecta para describir a una de las mujeres e intelectuales más reconocidas del mundo de la literatura: Virginia Woolf.
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Nacida en Londres en 1882, Virginia consolidó el pensamiento feminista en un mundo dominado por los hombres, en el que el machismo y la discriminación de género estaban normalizados.
La frase que comienza este texto la califica como una mujer feminista, que se desprende del ensayo ‘Una habitación propia‘, publicado en 1929, y en el que la escritora resaltó el valor de la mujer como un ser independiente, sólido, valiente y, sobretodo, valioso.
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Además de que fue un texto que, con el paso de los años, se convirtió en uno de los más citados del movimiento feminista, debido a que expone las dificultades de las mujeres para consagrarse en la escritura, entre todas las plumas masculinas.
Orgullosa de haber sido autodidacta, la vida de Virgina Wolf se podría resumir con una de sus principales obras: ‘Fin de viaje‘, texto publicado 26 años después de que muriera, a pesar de todas las adversidades.
La obra literaria podría definirse «sobre la vida de su vida», y en la que la autora británica reflejó sus inquietudes y sus preocupaciones, propias y de la época en la que vivía, retratándola como una mujer de carne y hueso, idealista, soñadora y revolucionaria.
Woolf sigue siendo considerada una de las escritoras más importantes del siglo XX. Su narrativa del monólogo y su estilo poético destacan como las contribuciones más importantes a la novela moderna.
Sus cartas, ensayos y diarios publicados después de muerta, y a los que su marido se opuso para que salieran a la luz, significan un legado valioso tanto para los futuros escritores como para los lectores que buscan una literatura alternativa, ajena de los prejuicios y con una propuesta diferente.
Virginia Wolf fue hija de un escritor y una modelo, sus grandes inspiraciones, creciendo en una casa con una biblioteca enorme y con frecuentes visitantes del mundo de la escritura. Nunca fue a la escuela, y recibió clases de profesores particulares y de su propio padre. En 1905 comenzó a escribir en un periódico local, pero hasta 1915 publicó su primera novela
Hoy Google la homenajea y la recuerda con uno de sus famosos doodles, ilustración que aparece disponible para la mayoría de los países de América Latina, principalmente en México, Colombia, Ecuador y Chile.
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