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A esta delantera del Santa Fe sus padres le han dicho “marimacha”

Porque una mujer que juega fútbol todavía tiene que enfrentar un montón de tonterías.

Desde hace algunas décadas (incluso siglos)  se ha demostrado que los hombres y mujeres pueden hacer lo mismo y con excelentes resultados. Pero en Latinoamérica todavía está muy mal visto que una mujer no obedezca al prototipo de muñequita de porcelana. Y eso es peor cuando esta se dedica a un deporte que culturalmente ha sido de dominio masculino: el fútbol.

Afortunadamente, eso es lo de menos para una generación de brillantes jugadoras que comienzan a abrir campo en este deporte en Colombia, pero de todos modos, los comentarios sin sentido siguen. Esto le pasa a Melissa Herrera, delantera de Santa Fe.

 

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Ella, como muchas mujeres que juegan fútbol, se enfrentan a los prejuicios sociales. Sus padres, sus amigos y compañeros de escuela le han dicho «marimacha». Así lo dijo para una entrevista en «La Red», de Caracol.

Claro, patear un balón te da hormonas masculinas y cambia tu orientación sexual de manera mágica e instantánea. O eso es lo que creen muchos en Colombia y su país natal, Costa Rica. Por eso tuvo que comenzar a publicar fotos con su novio.

Un panorama muy triste

Para las futbolistas colombianas lo es. De hecho, no ganan las sumas estrambóticas de las grandes estrellas masculinas y mucho menos su sueldo. Tampoco son tenidas en cuenta a la hora de modelar la camiseta. De hecho, en Adidas escogieron a Paulina Vega para mostrar la versión femenina de la camiseta de la selección Colombia, cuando en toda la historia del fútbol se ha visto a las capitanas lucir la camiseta de primeras porque se reconoce su labor. Esa situación la resumió Melissa muy bien:  “Vivimos en un mundo en el que las personas creen que el fútbol solamente es de hombres. Las mujeres no tenemos los grandes salarios de ellos, en Costa Rica pagan 20 o 40 dólares para un mes”, afirmó. 

Melissa ama su profesión, pero sabe que es muy complicado aún en un mundo donde no se acepta que las mujeres hagan cosas que se salen del estereotipo de siglos. En el caso de Melissa, ella lo ha hecho muy bien: fue campeona con Santa Fe de la primera liga profesional de Colombia y también ha jugado la Copa Libertadores.

 

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