La violencia de género en México vuelve a tener un nuevo rostro: Jessica.
La joven, 16 años, fue secuestrada e incinerada por sus captores. Sus padres no pudieron juntar el dinero solicitado para su rescate, por lo que fue quemada.
Su cadáver fue localizado la tarde del viernes 10 de noviembre en la Colonia Citlalcóatl, en Ecapetec, en el Estado de México, uno de los más poblados y con más altos índices de violencia contra las mujeres.
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Jessica fue secuestrada días antes en Tlalnepantla, municipio de la entidad mexiquense.
Sus secuestradores, hasta el momento no identificados, la retuvieron y grabaron torturándola para enviar los videos a sus familiares.
La amenaza era matarla si no se pagaba su rescate, cantidad no confirmada.
Medios locales aseguraron que los padres de la menor de edad recibieron grabaciones de su hija siendo quemada.
Al no juntar la cantidad exigida por los delincuentes, Jessica fue incinerada y abandonada la tarde del viernes en Ecatepec.
Los lugareños encontraron los restos y dieron parte a las autoridades ministeriales, quienes hasta el momento investigan el paradero de los asesinos.
Según los resultados de la necropsia, Jessica habría estado viva al momento de ser incinerada.
Su asesinato provocó indignación en las redes sociales, a través del HT #NiUnaMenos. Además, su perfil en Facebook permanece abierto con un mensaje que recuerda que se trata de un homenaje a su memoria.