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“Es imperdonable” el alegado caso de abuso sexual en el hospital San Jorge

Recientemente se reportó un supuesto caso de agresión sexual contra un menor por parte de otro niño en la institución hospitalaria.

Columna de opinión de Flor De Liz Santiago Fernández*

En esta ocasión, dejaré a un lado mis publicaciones como autora y trabajadora social, y asumiré únicamente el rol de madre en el tema que abordaré en este escrito. Me refiero al de la situación ocurrida recientemente en el hospital infantil San Jorge.

Les comentaré que tengo una hija de 18 años y un niño de siete, el cual asiduamente visita este hospital para recibir distintos tipos de servicios. En cuanto a estos, no me puedo quejar, ya que han sido en todo momento unos de excelencia. 

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Mi hijo ha sido atendido por profesionales competentes, quienes comprenden que él requiere de una atención diferente a otros niños por su diversidad funcional. Ellos se preocupan por su bienestar y han sido muy profesionales al momento de atenderle respetando así el derecho que le confiere la ley de ser atendido de inmediato ante cualquier situación que ocurra. En pocas palabras, ha recibido un servicio de EXCELENCIA, como mencioné anteriormente.

Sin embargo, me sorprendí, como muchos otros ciudadanos, con la noticia de que, en el área de psiquiatría de este hospital, un niño abusó sexualmente de otro menor. Esto me hace pensar en la falla que en ese momento el hospital, como entidad responsable del menor, incurrió, y es imperdonable. Por eso entiendo que debe tomarse acción de manera inmediata. ¿Saben por qué? Porque cuando es un padre el que comete negligencia, maltrato o abuso sexual, cae sobre él todo el peso de la ley de inmediato y se realizan las acciones pertinentes, lo que respaldo según lo estipulado en la Ley para la Seguridad, Bienestar y Protección de Menores.

Entiendo que, de igual manera, esta institución hospitalaria cometió negligencia institucional y no hay razones que puedan explicar lo ocurrido, como tampoco justificaciones, porque no las hay. En ese aspecto, también se debe aplicar la ley porque el hospital no se responsabilizó del bienestar de ese menor, sean cuales sean las razones.

De otro lado, tengo que señalar también el hecho de que la prensa esté entrevistando a la madre del menor afectado públicamente el bienestar de ese niño. No comprendo cómo la madre se presta para esto.

Como madre, me indigna el hecho de que ella no exija confidencialidad y respeto hacia la situación ocurrida con su hijo, permitiendo que este sea re-victimizado. Es inconcebible que esto esté pasando.

¿Qué hubiese hecho yo en su lugar? Hubiese exigido que se me permitiera el acceso a mi hijo porque es MI HIJO y si no me lo hubiesen permitido, llego hasta las últimas consecuencias por la vía legal. Hubiese permanecido en el anonimato para no exponerlo y no hubiese realizado entrevistas y mucho menos permitir que se me publique en portadas de periódicos.

Si la institución infringió la ley, desde mi punto de vista como madre, TIENE que darme una explicación. Porque cuando entregamos a nuestros hijos a las escuelas, a los maestros, a los terapistas o a las instituciones hospitalarias, son ellos los encargados de los mismos.

Considero que, siendo un caso tan complicado, deben investigarse todas las partes, es decir, la institución hospitalaria, la familia del menor victimario y la familia del menor víctima.

Continuaré llevando a mi hijo a recibir los servicios que necesita en dicha institución, pero exigiré de cada agencia que le brinda dichos servicios, lo que se me exige a mí como madre responsable, pues la ley aplica igualmente para todos.

*Flor De Liz Santiago Fernández posee una maestría en Trabajo Social y es autora de los siguientes libros: La crisis económica: enemiga del matrimonio y posibles soluciones, Conociendo a mi rival y Método Flor De Liz. 

A casi una semana del incidente, la institución hospitalaria reaccionó al respecto indicando que se «reportó a las autoridades gubernamentales que les compete, una alegación hecha por un niño menor de edad que estaba bajo tratamiento en nuestra unidad de salud mental». Pero que dicha alegación, «que se hizo pública el 28 de julio del 2017, no es cierta». 

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