16 de octubre, 2016. Eva Analía de Jesús, apodada Higui (43), salió de la casa de su hermana de celebrar el Día de la Madre en la comuna bonaerense de San Miguel, en Argentina, y pasó a visitar a una amiga. De vuelta a su hogar, fue arribada por tres hombres.
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“Te voy a hacer sentir mujer, forra lesbiana”, le gritaban mientras Cristian Rubén Espósito se abalanzaba sobre ella. Higui sacó un cuchillo que llevaba para defenderse y lo hirió de muerte.
Higui fue detenida tras evitar lo denominado violación correctiva (ataque que busca cambiar su orientación sexual a la fuerza), de la que ya había sido amenazada. Luego de meses en la cárcel, donde fue llevada aún con heridas y signos de agresión sexual, fue puesta en libertad hace dos días y pese a estar tranquila, teme por las amenazas que aún recibe ella y su familia.

La abogada Raquel Hermida, especializada en violencia de género, fue quien luchó por su excarcelación. Hermida asegura que el caso esta lleno de irregularidades e informes ausentes mientras que la Fiscalía argentina lo niega, sosteniendo que faltan pruebas para dar por válido el atenuante de legítima defensa.
Higui se ha convertido en una de las banderas de lucha de la organización Ni Una Menos, quienes pidieron su libertad en manifestaciones, con pancartas que repiten la frase: “Libertad para Higui. Atacada por lesbiana, presa por defenderse”.

“Domingo, visita. Qué nervios. Voy y vuelvo por el pasillo como siempre. Una pelota de nervios en la boca del estómago, esperando las nuevas noticias. Se que falta poco para nuestro encuentro… Pronto nos juntaremos y levantaré sus banderas como hicieron con la mía“, dice Higui en una carta escrita desde la cárcel. Hoy ella espera en libertad el juicio por el homicidio de Cristian Rubén Espósito.