Foto: The Traffickers (Youtube Fusion)
Por Karen Hernández
Nelufar Hedayat tiene 28 y es una refugiada afgana que tras huir de su país a temprana edad, llegó a Londres para convertirse en la poderosa mujer que es hoy.
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Y es que esta joven se ha convertido en una periodista estrella de la BBC que ha luchado por la equidad de género, la crisis ambiental y hasta contra la explotación infantil. Ahora expone la realidad del mercado negro alrededor del mundo a través de su propio programa de televisión. Su labor consiste en investigar, ir al lugar de los hechos y reportar los casos de tráfico y corrupción que se vive en diferentes partes del mundo.
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A través de su propio programa, iniciado en Youtube, The Traffickers, Nelufar ha visitado 21 países, ha hablado con víctimas y hasta con los mismos traficantes, que se dedican a esta compra y venda clandestina de drogas, armas, animales exóticos, sexo y personas.
Nelufar nació en Kabul, Afghanistan, justo en un periodo de grandes cambios para el país ya que la URSS ocupaba el territorio, por lo que ser afgano implicaba morir o irse, siempre con posibilidad de pasar la primer opción. El vivir de un lugar a otro, dentro de territorio talibán desde muy chica, obligó a Nelufar a presenciar los horrores del este violento régimen. «Cuando llegué a Inglaterra, supe que tenía que hacer un cambio y el periodismo se convirtió en mi mejor herramienta», explica en su programa, «Soy mujer, feminista, internacionalista y refugiada». Su impetu por encontrar un cambio, le hizo querer moverse por el mundo en busca de personas y respuestas, incluso si eso implica arriesgar su vida.
Es así como a través de sus viajes, esta chica busca eliminar los malentendidos en torno a esta oscura realidad. De hecho, Nelufar ha expuesto casos de tráfico de órganos, donde los mismos doctores se convierten en cómplices y traficantes del cuerpo humano para ganar dinero (incluso le explican cómo conservarlos para ser transportados y que lleguen en buen estado). También, ha expuesto cómo son las redes de traficantes en Vietnam que se dedican a comprar -incluso robar- perros de casa, para después venderlos como comida.
Pero existen muchos malos entendidos en torno a este tema, ya que la mayoría de las veces, se cree que los traficantes son criminales con mal aspecto físico, como en la películas de acción, pero en realidad, un traficante puede ser un vecino o hasta una madre. Por eso, las historias que presenta pueden ser tanto desgarradoras como angustiantes e incómodas; desde los que se dedican a la compra-venta de armas para importarlas a otros países, niños que son vendidos por sus propios padres para conseguir dinero hasta mujeres que son raptadas para convertirse en esposas y hasta sexo servidoras.
«Ha habido momentos en los que mi vida corre peligro real, pero siempre debo continuar para contar la historia por todos aquellos que no pudieron hacerlo», dijo en exclusiva para Vanity Fair. «Quiero que mis historias influencien la política y en las generaciones futuras».
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