Discriminan a mujer indígena en bar solo por sus zapatos

Por Luz Lancheros 

Bienvenidos a otra noticia de la sección: «Por qué en México sigue existiendo el sistema de castas de la Colonia». 

Porque no importa si en los portales de diseño una pieza tradicional como los huaraches llegan a venderse en más de 800 pesos. Incluso hasta por más precio. No importa si los extranjeros aman esta pieza. No importa porque pertenecen a indígenas y en el sistema blanco tradicional excluyente que ha imperado en el país por más de tres siglos, si un indígena entra con estos zapatos a un lugar exclusivo, «debe ser retirado en el acto».

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Porque esto le pasó a Maria Rosalinda Guadalajara en el Bar Kentucky de Ciudad Juárez, líder ramámuri. Ella es activista a favor de los derechos de los grupos indígenas. 

«¿Qué les costaba decirme que no me dejaban entrar por ser indígena?»

En el bar ya hay sellos de suspensión por lo que hicieron. Sin embargo, siguen atendiendo. De pagar la multa por orden de un juez, deberían desembolsar cuatro millones de pesos. Cuando ella trató de entrar al establecimiento, le dijeron que «no había lugar» o que traía huaraches y «enfrentaba el riesgo de una caída». 

«¿Qué les costaba decirme que no podía ingresar porque soy tarahumara?», se preguntó Rosalinda, quien es encargada de un comedor infantil.  Por supuesto, sus acompañantes, funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social, reclamaron al gerente, que defendió la decisión de los guardias de la entrada. 

El video se reprodujo en redes sociales.

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El lugar ahora enfrenta críticas por una actitud que sin embargo, sigue existiendo en México de formas tan tácitas como esta o de hecho, en formas más abiertas.