Siempre me dio rabia cuando mi mamá me decía que era peligroso que saliera a la calle después de cierta hora. Claro, ella se preocupaba por mí y cómo no, si una adolescente corre muchos riesgos cuando camina sola en la noche. Al menos, eso es lo que se nos enseña a las mujeres desde que somos chicas.
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Pero no me daba rabia que me quisiera cuidar, sino que la excusa que usaba cuando le preguntaba por qué mi hermano si podía y yo no. Más que apelar a la diferencia de edad —que en realidad son sólo dos años— hacía referencia a mi género como una atenuante de riesgo.
Mi mamá no tiene la culpa, porque así la educaron y así quiere que yo eduque a mis hijas, con la conciencia de que la calle en la noche sí puede ser peligrosa para una mujer, porque lamentablemente, aún vivimos en una sociedad patriarcal que insiste en coartar la libertad femenina.
Este video hecho por el director francés Maxime Gaudet refleja lo que muchas de nosotras hemos sentido cuando caminamos solas por la calle. El nerviosismo, la adrenalina y ese apuro por llegar rápido al lugar de destino, expuestas a provocaciones que nos hacen sentir vulnerables.
Cuando la chica del video logra llegar a la casa de su novio, hace como si no hubiera pasado nada, como si todo estuviera normal, pero los minutos previos a eso, tuvo que soportar sensaciones desagradables que se presentan porque sabes que por ser mujer corres peligro. Muy injusto, ¿no creen?