Hace 19 años, Sofía Izurieta y su padre vieron cómo uno de sus sueños tomaba forma y se hacía realidad, fundaron el Conservatorio Franz Liszt, para brindar educación temprana a los niños, con este instituto pionero en el país en la estimulación musical para los pequeños desde que están en el prekínder.
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Izurieta proviene de una gran generación de artistas. «Recuerdo cuando mis tíos organizaban en las reuniones tocadas de piano, violín así como cantos líricos y esto es lo que me motivó para seguir en la música», señala.
Ella es también una artista lírica, escucharla te pone la «piel de gallina» por el timbre de su voz tan cálido y envolvente a su vez. Sus dos hijos, Isabella y Fernando, siguen sus pasos y son parte del Conservatorio. «Con todo esto me siento muy feliz. La música lo es todo y tiene el mejor de los rumbos a seguir», confiesa.
Sofía es la testiga fiel de que inclinarse por las artes ya sean musicales o enfocadas al ballet, cine, entre otras más, te inspiran para realizarte como artista y también como persona. «Esta es una gran oportunidad para las mujeres, especialmente, considero que no hay nada más relajante y motivante que la música. He visto a muchas damas que se desconectan un rato de su trabajo y de las actividades domésticas para venir acá, siento que ellas se consienten al tocar un instrumento o cantar», detalla.
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