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En la primera jornada recibió a 600 visitantes que se interesaron en conocer las obras que soportaron las inclemencias del tiempo, y que sus hijos, Isabel y Ángel, protegieron durante tanto años.
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La iniciativa de crear el museo en honor a la cantautora nacional fue impulsada por la familia Parra hace más de veinte años y hoy al fin puede ver la luz gracias al aporte de la presidencia. Al término del primer mandato de Bachelet se dejaron los fondos destinados para el inicio de las obras.
En cuanto a la colección, éstas fueron donaciones que hizo Isabel Parra junto a la Fundación Violeta Parra, y que años atrás fueron exhibidas en el Centro Cultural Palacio de La Moneda. Consisten en bordados, arpilleras, óleos, papel maché y algunos objetos personales como un guitarrón, un arpa, una máquina de coser y documentos.
Un tour por el museo
Vicuña Mackenna 37 es la dirección, a pasos de la Plaza Italia. Al ingresar hay un pasillo largo de cemento y al mirar al cielo, se pueden ver banderas de colores que dan la bienvenida y dirigen el camino hacia la puerta principal.
Al entrar, a mano derecha, se encuentra una rampa larga que bordea la arquitectura del museo hacia el segundo piso. Mientras se avanza, por el costado está escrito el poema “Defensa de Violeta Parra” de Nicanor Parra.
En el segundo nivel hay una sala audiovisual y otra educativa enfocada para las visitas de colegios. Más al fondo se ubica la sala de la “Violeta humana” que alberga las algunas de las obras.
Al salir de ese espacio, una escalera con un lugar para exhibir la máquina de coser, conecta como una especie de limbo la sala del primer piso de la “Violeta divina”. En esta última se encuentra una de las piezas más emblemáticas.
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Se trata de la arpillera “Contra la guerra” (1963), la pieza número 48 de la colección. Bordada en lana con tela de yute refleja el sentir de Violeta sobre los desórdenes políticos de Chile y el mundo. En ella expresa lo más profundo del ser humano.
Esta obra fue la única que no se exhibió y que lució en la pared de la casa de Ángel Parra hasta que llegó al museo, pues es una de las piezas más deterioradas que necesitó de un proceso de conservación.
A pesar de que esta obra se destaca, todas son valiosas según Leonardo Mellado, director ejecutivo del museo Violeta Parra.
Todo es valioso. Nosotros no hemos queridos privilegiar ninguna obra por sobre otra porque cada una explica su momento. Todas hablan de un discurso, todas tienen una significación particular. Quizás, en algún momento pudimos darle más sentido a la obra “Contra la guerra” porque sufrió un proceso de conservación mayor que las otras. Lo que no significa que sea más o menos valiosa.
Moderna arquitectura
El edificio de 1.350 metros es un espacio moderno diseñado por el arquitecto Cristián Undurraga. Aparte de las salas de exposiciones, cuenta con una cafetería, una tienda y un auditorio para cien personas. La idea es realizar algunas intervenciones musicales dentro del espacio.
En cuanto a la entrada, ésta será gratuita hasta el 31 de diciembre de 2015. Posteriormente será gratis para los escolares y la tercera edad, y para el público general no superará los tres mil pesos.
Para la compositora de “Gracias a la vida” sus obras tenían un significado especial y eso es lo que intentó plasmar. Todas reflejan un sentir y un discurso profundo sobre distintas temáticas de su vida y también del contexto histórico y social de aquellos tiempos.
La cantautora, pintora, escultora y bordadora logró ser un referente de la música popular chilena que ha inspirado las creaciones de nuevas generaciones de artistas.
Su obra inconmensurable demuestra lo pionera y vanguardista que era Violeta, quien seguro estaría feliz con este espacio dedicado a ella y valorado por la gente. La fuente que la impulsó a crear.