Era el año 2006 y de un momento a otro, las radios empezaron a tocar canciones de una chica llamada Taylor Swift. Era una adolescente linda e inocente, con rizos de oro y voz dulce.
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Su primer single se llamó “Tim McGraw”, una canción que trataba sobre su relación amorosa y eventual rompimiento con un chico en sus años de secundaria, todo complementado con ritmos country y melodías ultra pegajosas.
No tuvo que pasar mucho tiempo para que Taylor se convirtiera en una de las artistas más populares del momento, y con el debut de su primer álbum Taylor Swift, se convirtió en la adoración de millones de adolescentes y jóvenes en todo el mundo.
Era la chica de las que todas querían ser amiga y el amor platónico de sus fanáticos masculinos: simplemente perfecta. Pero como nadie puede evitar que el tiempo pase, los años fueron guiando la carrera de Taylor hacia nuevos rumbos.

Después de haber ocupado los primeros puestos en los rankings musicales, Taylor Swift quería seguir con los éxitos, pero no como una niña, sino que como una mujer atractiva y magnética.
Manteniendo su estilo de composición, la cantante dejó de lado el country, los vestidos de princesita y se despeinó con “Shake It Off”. Con esa canción, Taylor nuevamente marcó records, pero lo que más llamó la atención, es que este tema la convirtió en un imán de modelos, celebridades y cantantes.
Todos quieren estar con Taylor. Todos quieren cantar con ella en el escenario, sacarse selfies a su lado y ser su mejor amigo o amiga. ¿Qué tiene Taylor que la hace tan irresistible a cualquiera que la conoce?
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Obviamente, es muy, muy guapa. A la gente atractiva le gusta rodearse de gente atractiva, pero Taylor traspasa todas las barreras. Es amiga de Lena Dunham, Selena Gómez, Ellie Goulding y Karlie Kloss, entre muchas más.
Justin Timberlake se sube al escenario en sus conciertos y hasta Phoebe Buffay —popular personaje de la serie Friends interpretado por Lisa Kudrow— le propuso cantar su famoso tema “Smelly Cat”.
La “Taylormanía” no para y lo más probable es que en unos días más, la rubia presente a una nueva mejor amiga para agregar a su círculo.
Sin ánimo de mal pensar las cosas, no puedo evitar preguntarme si las celebridades realmente aman a Taylor, o vieron en ella una excelente oportunidad para lucirse bajo su alero.
Tampoco puedo dejar de pensar en ese episodio tan polémico en que Kanye West se subió al escenario durante la premiación de los MTV Video Music Awards en 2009 y le arrebató el premio de las manos a Taylor para defender a Beyoncé.

Para mi, hay gato encerrado. Nunca voy a entender esta fascinación desenfrenada de tener una amiga como Taylor, considerando que hay muchas otras chicas que también podrían ser sus mejores amigas.
Aunque no cuestiono que Taylor pueda ser encantadora y talentosa, ser parte de su círculo también es un negocio rentable que personas como Gigi Hadid o Kendall Jenner no quisieron desaprovechar.