¿Qué harías si no tuvieras miedo?, es una pregunta de gran profundidad que nos haría revivir todas las veces en que hemos postergado o renunciado a una posibilidad porque no supimos cómo aprovecharla. El miedo es el principal enemigo de un sueño. Aunque muchas veces nos salve la vida, también puede destruirla.
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La vida está hecha para los valientes, como Michelle, una directora de arte originiaria de Venezuela, que se ha convertido en una inspiración para mi y espero que lo sea para ustedes. Como casi todos nosotros, Michelle vivía sumida en su zona de confort, ¿cómo lo sabía? bueno, le era demasiado fácil controlar todo lo que sucedía a su alrededor.
Un día, tuvo que mudarse a Nueva York para cumplir su sueño de hacer una maestría. Lo que sucedió primero, fue que empezó a perder el control sobre muchas cosas, incluyéndose ella misma. Pero al mismo tiempo descubrió que en realidad su vida nunca había sido interesante, sino cómoda. Entonces tomó la decisión de hacer algo al respecto, un proyecto llamado 100 días sin miedo.
El primer paso fue elaborar una lista de miedos, y romper con ellos. Cosas como comer con un indigente, cantar frente a mucha gente, pasar un día entero con sólo 5 dólares en el bolsillo y platicar con un extraño, son algunos ejemplos de los miedos que Michelle ha decidido romper en 100 días. En su página podrás acompañarla en este increíble desafío a través de los videos y testimonios que sube cada vez que logra enfrentarlos.
Además de los videos, en su sitio hay algunas frases inspiradoras y un diario en donde ella nos cuenta todo acerca de esta nueva misión.
Una de sus entradas en el diario se convirtió en mi favorita, en donde ella se recuerda por qué demonios está haciendo esto. Al principio pensé, ¿qué necesidad hay de hacer algo así cuando todo parece estar en orden? Pero créanme, cuando conozcan a Michelle, cambiarán de parecer.
Esta sería una buena oportunidad para atrevernos, empezando por reconocer cuáles son nuestros miedos. Todos cargamos con ellos y el primer paso es aceptar que, por muy tontos que parezcan, si no los confrontamos se convertirán en grandes obstáculos para salir adelante.