“Sí, quiero ser mamá y no necesito un hombre para hacerlo”. Algunos lo llaman “la nueva maternidad“, la “crianza moderna“, y los más conservadores, una elección desacertada.
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Si nos trasladamos en el tiempo a unas décadas atrás, cuesta imaginarse que una mujer tuviera la posibilidad de elegir libremente sobre cuándo, cómo y porqué tener uno o más hijos.
Con el paso del tiempo, las mujeres nos hemos ido abriendo puertas y la sociedad ha sido testigo de un cambio en el concepto de maternidad. Antiguamente, era impensado considerar que una mujer tomara la decisión de tener un hijo sola, sólo porque así lo quería.
El Papa Francisco demostró que este tipo de pensamiento debe cambiar y que la Iglesia y otras instituciones deben adecuarse a las distintas opciones y formas de vivir que tienen las personas hoy en día.
En mayo de 2013, Franciso encabezó una misa en la capilla de la Casa de Santa Marta en el Vaticano, y en esa ocasión, planteó lo siguiente:
Piense en una madre soltera que va a la Iglesia o a la parroquia, y le dice al secretario: “quiero bautizar a mi hijo”. Y el que le atiende le dice: “No, no se puede, porque no se ha casado”.Tengamos en cuenta que esta madre tuvo el valor para continuar con un embarazo, y con qué se encuentra? Con una puerta cerrada.
Muchas mujeres han optado por criar solas a sus hijos. Las razones son variadas; puede ser que el hijo se engrendó dentro del matrimonio, pero cuando éste no funciona, algunas mujeres deben hacerse cargo de la crianza.
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Puede ser, también, que una mujer no está interesada en casarse y quiere tener un hijo sola y hacerse cargo de él por decisión propia. Existen muchas opciones y tratamientos que permiten la crianza individual e independiente, y de eso se trata este concepto de “maternidad moderna“.
Algunas personas están en desacuerdo con esto y afirman que un niño debe ser criado por un padre y una madre, pero las mujeres que deciden engrendar a su hijo solas, lo hacen con la convicción y el deseo profundo de ser madres y luchan contra los prejuicios para lograrlo.
